Arrugado, de dientes prominentes y completamente desprovisto de pelo, el ratopín rasurado podría contener la respuesta para curar el cáncer y la infertilidad en humanos
Rata topo desnuda. Rata lampiña. Heterocéfalo. Así es: el ratopín rasurado es un roedor de múltiples nombres. Con sus ojitos diminutos, dientes frontales prominentes e increíble malhumor, la especie se extiende a lo largo de todo el Cuerno de África. Principalmente, en las madrigueras subterráneas que cava en Etiopía, Kenia y Somalia.
En algunos países de África, la especie está tan presente que se le considera una plaga. No sólo eso: parece que es prácticamente invencible. Con apenas 13 centímetros de largo, se puede escabullir prácticamente en cualquier agujero. Además de sus notables habilidades como escapista, goza de una longevidad única entre los roedores.
Por esta razón, ha llamado la atención de los científicos de Universidad de Pittsburg (EEUU): parece ser que, debajo de sus múltiples arrugas, el ratopín rasurado esconde la cura contra el cáncer y la infertilidad femenina. Esto es lo que sabemos al respecto.
La especie que ganó ‘el concurso de la vida’
Así como otras especies que tienen una funcionalidad para los seres humanos, diversos ejemplares de ratopín rasurado han sido sometidos a pruebas de laboratorio. A los investigadores en Estados Unidos les interesa saber cómo es que estos roedores viven tanto. Y lo que es más: por qué pueden concebir hasta edades tan tardías.
A diferencia de los ratones o las ratas, que sólo viven de 2 a 4 años, las ratas lampiñas alcanzan los 32 años de edad. Esta longevidad increíble entre especies tan parecidas ha maravillado a los investigadores. Ahora, un estudio publicado en Nature Communications muestra el caso de una madre de 17 años, que tuvo una camada impresionante de 27 crías.
“[…] Nuestros resultados sugieren que el desarrollo altamente desincronizado de células germinales y el mantenimiento de una pequeña población de pgc que pueden expandirse con la activación reproductiva son estrategias únicas que podrían ayudar a mantener la reserva ovárica de la rmn durante su vida reproductiva de 30 años”, escriben los autores en el estudio.
Esto quiere decir que los ovocitos con los que nacen las hembras empiezan a funcionar a los pocos meses de que ellas nacen, y continúan activos hasta que ellas alcanzan una muy avanzada edad. No sólo eso: además de ser fértiles durante prácticamente toda su vida, el ratopín rasurado ha demostrado una capacidad insólita para soportar el dolor.
Al respecto, el líder del estudio, Miguel Brieño-Enríquez, explica que la especie demostró tener todos los mecanismos de defensa para tener una vida larga, sana y funcional. Tal vez “no habrían ganado un concurso de belleza”, concluye el especialista, “porque no tienen una belleza canónica, pero definitivamente han ganado el concurso de la vida”.
Fuente: milenio.com