Investigadores de la Universidad de York, Reino Unido, realizaron un estudio en la isla de Borneo, la tercera más grande del mundo, y descubrieron que las polillas tropicales están adaptándose al cambio climático, pero ello podría poner en riesgo al ecosistema local.
La teoría biológica de Charles Darwin respecto a la evolución por selección natural, la sobreviviencia de los más aptos, es evidente en los trópicos donde el cambio climático está causando alteraciones en la flora y la fauna, afirman los científicos tras encontrar que polillas en Borneo están reduciendo su tamaño.
Las especies se adaptan a los cambios en su entorno y en la actualidad el aumento de la temperatura global está propiciando algunas mutaciones físicas en las poblaciones locales, según los hallazgos de la investigación realizada en los parques nacionales de la isla, administrativamente dividida entre Brunei, Indonesia y Malasia.
Compararon los datos recogidos recientemente en las comunidades de polillas con los de estudios similares realizados en 1965 y 2007, y descubrieron una reducción significativa de la longitud de las alas y del cuerpo.
El equipo investigador afirma en una declaración que las condiciones que están influyendo en los cambios físicos de las polillas son las altas temperaturas y la reducción de las áreas boscosas.
Refiere que el aumento de la deforestación ha contribuido a que más dióxido de carbono esté calentando varias partes del mundo, lo que es especialmente evidente en los trópicos de Asia donde tiene un impacto masivo en animales y plantas.
En las polillas, el tamaño es una de las principales adaptaciones, la reducción podría significar que no necesitarán tanta comida en comparación con un cuerpo más grande. Esa disminución se presenta tanto entre las que viven en las elevaciones como en las partes más bajas de bosques y selvas de la isla.
Los investigadores advierten que si continúan los cambios drásticos en el tamaño del cuerpo de las polillas “cambiarán los ecosistemas locales, aunque estos factores mostrarán si la adaptabilidad puede o no conducir a alteraciones beneficiosas que aún están por verse”.
Por ahora, estiman que podría ser negativo considerando que al ser más pequeños se reproducirán menos, lo que se traducirá en una reducción de las poblaciones de polillas en Borneo. Además, estos insectos son alimento de otros animales que necesitarán comer más de ellos para obtener energía suficiente.
“La baja reproducción será un desequilibrio. El tamaño de estos insectos tendrá un impacto significativo en la cadena alimentaria. Estos cambios no se esperaban y pueden tener consecuencias graves para el ecosistema local”, enfatizan los investigadores.
Fuente: Agencias