Restos de un nuevo reptil marino, con un cráneo de un metro de largo increiblemente conservado, han sido descubiertos en Colombia por un equipo internacional de investigadores.
Vivió en el Cretácico Inferior y se trata de uno de los últimos ictiosaurios supervivientes, animales antiguos que se parecen inquietantemente a un pez espada vivo.
“Este animal desarrolló una dentición única que le permitió comer presas grandes”, dice en un comunicado Hans Larsson, director del Museo Redpath de la Universidad McGill. “Mientras que otros ictiosaurios tenían dientes pequeños de igual tamaño para alimentarse de presas pequeñas, esta nueva especie modificó el tamaño y el espaciamiento de sus dientes para construir un arsenal de dientes para despachar presas grandes, como peces grandes y otros reptiles marinos”.
“Decidimos llamarlo Kyhytysuka, que se traduce como ‘el que corta con algo afilado’ en una lengua indígena de la región del centro de Colombia donde se encontró el fósil, en honor a la antigua cultura muisca que existió allí durante milenios”, dice Dirley Cortés, estudiante de posgrado bajo la supervisión de Hans Larsson y Carlos Jaramillo del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales.
El panorama general de la evolución de los ictiosaurios se aclara con esta nueva especie, dicen los investigadores. “Comparamos este animal con otros ictiosaurios del Jurásico y Cretácico y pudimos definir un nuevo tipo de ictiosaurios”, dice Erin Maxwell del Museo Estatal de Historia Natural de Stuttgart (ex estudiante de posgrado del laboratorio de Hans Larsson en McGill). “Esto sacude el árbol evolutivo de los ictiosaurios y nos permite probar nuevas ideas sobre cómo evolucionaron”.
Según los investigadores, esta especie proviene de un importante período de transición durante el período Cretácico Inferior. En este momento, la Tierra estaba saliendo de un período relativamente frío, tenía el nivel del mar en aumento y el supercontinente Pangea se estaba dividiendo en masas de tierra del norte y del sur. También hubo un evento de extinción global al final del Jurásico que cambió los ecosistemas marinos y terrestres. “Muchos ecosistemas marinos clásicos del Jurásico de ictiosaurios que se alimentan de aguas profundas, plesiosaurios de cuello corto y cocodrilos adaptados al mar fueron sucedidos por nuevos linajes de plesiosaurios de cuello largo, tortugas marinas, grandes lagartos marinos llamados mosasaurios, y ahora este monstruo ictiosaurio”, dice Dirley Cortés.
“Estamos descubriendo muchas especies nuevas en las rocas de las que proviene este nuevo ictiosaurio. Estamos probando la idea de que esta región y tiempo en Colombia fue un antiguo punto de acceso a la biodiversidad y estamos utilizando los fósiles para comprender mejor la evolución de los ecosistemas marinos durante este tiempo de transición”, agrega. Como próximos pasos, los investigadores continúan explorando la riqueza de nuevos fósiles alojados en el Centro de Investigaciones Paleontológicas de Villa de Leyva en Colombia. “Aquí es donde crecí”, dice Cortés, “y es muy gratificante poder investigar aquí también”.
Fuente: EP