Aracnofóbicos, no lean esto: investigadores descubrieron una nueva especie de araña en una cueva de Baja California de aspecto temible, que mide 10 centímetros de longitud y que presume dos fuertes colmillos. Y como ocurre con muchos de estos temidos animales, no parece ser particularmente nociva para los seres humanos.
El hallazgo fue anunciado por un equipo encabezado por investigadores del Museo de Historia Natural de San Diego, que participaban en una excursión en cuevas mexicanas cuando encontraron varios enormes exoesqueletos de este arácnido.
Al volver por la noche –pues la mayoría de estos animales son de hábitos nocturnos– encontraron fácilmente a varios ejemplares, que fueron bautizados con el nombre Califorctenus cacachilensis, por haber sido localizados en la sierra de Cacachila, a unos 50 kilómetros al sureste de La Paz.
La excursión se efectuó en 2013 y los cuatro años que pasaron desde entonces fueron necesarios para confirmar que se trata de una especie completamente diferente de arañas, aunque sí confirmaron que estos arácnidos están emparentados con la Phoneutria, de Brasil.
De hecho, son tan distintos que incluso son un género por sí mismos. El estudio sobre la situación de la nueva especie fue publicado en marzo en la revista científica Zootaxa, a cargo de los entomólogos María Luisa Jiménez, Michael Wall y Jim Berrian.
Entre otras cosas, el blog del Museo de Historia Natural de San Diego, que publicó la historia esta semana, explica que, a diferencia de su prima brasileña, la araña mexicana no es venenosa; el propio Jim Berrian dice que fue mordido y no sufrió más que molestias que le duraron algunas horas.
De todos modos, la nueva araña no está entre las especies más grandes conocidas; la que ostenta el récord es Heteropoda máxima, que vive en Laos y puede medir hasta 30 centímetros de longitud.
Fuente: informador.com.mx