El director del zoológico, Andreas Knieriem señaló en un comunicado que Meng Meng y sus dos pequeños han superado bien el parto y se encuentran bien.
«Aunque son los primeros cachorros para nuestra joven dama panda, se está ocupando de ellos de manera ejemplar. Al principio los cachorros tienen que beber más o menos cada dos a tres horas, el calor y la cercanía de la madre son importantes para que los pequeños no cojan frío», explicó.
Después de varias emocionantes semanas de prolongada incertidumbre, el 31 de agosto a las 18:54 (16:54 GMT) finalmente llegó la hora y Meng Meng, de seis años, daba a luz por primera vez a su primer osezno tras un periodo de gestación de 147 días.
De inmediato colocó cuidadosamente a su cachorro encima de su barriga y con sus grandes patas, su tibio aliento y su suave pelaje lo hizo entrar en calor.
Menos de una hora más tarde, a las 19:42 (17:42 GMT) nació el segundo osezno.
«Actualmente existen sólo 1,864 pandas adultos en su hábitat natural, de manera que todos y cada uno de los oseznos contribuyen significativamente a la supervivencia de toda la especie», subrayó Knieriem.
Dado que en el caso de gemelos, por regla general los pandas sólo crían a uno de los cachorros, el zoo de Berlín en estrecha colaboración con los expertos chinos del Chengdu Research Base of Giant Panda Breeding han decidido apoyar de manera activa a Meng Meng en la cría de sus oseznos.
Así, los cachorros permanecen con la madre de manera alterna a un ritmo de entre dos y tres horas; mientras el otro cachorro recibe cuidados en una incubadora por parte de los expertos chinos.
Un esperanzador primer análisis realizado a los oseznos ha permitido establecer un peso de 186 gramos y 136 gramos, respectivamente, aunque el sexo todavía no ha podido ser determinado.
Físicamente los pequeños todavía no se parecen a sus padres, son rosados, con un fino vello blanco y una cola desproporcionada.
La joven familia seguirá por el momento resguardada del público, a excepción del padre, Jiao Quing, de 9 años, que seguirá siendo una de las atracciones del zoo, ya que los machos por regla general no se involucran en la cría de los cachorros.
Meng Meng llegó al zoo de Berlín junto al macho Jiao Qing en junio de 2017, como parte de la diplomacia del panda que practica el Gobierno chino, durante una visita del presidente chino, Xi Jinping, a Alemania.
Así, Pekín es el propietario de los animales, que están «cedidos» a los zoológicos.
La institución indicó entonces que había dedicado 9 millones de euros a acondicionar el habitáculo para estos osos, además de abonar anualmente un millón de dólares (890.100 euros) a un proyecto chino de conservación de estos animales, como parte del acuerdo con China.
Fuente: elsiglodetorreon.com.mx / EFE