El plancton de tamaño rosado llamado larváceas gigantes puede ingerir diminutos trozos de plástico y pasarlos en sus pellets fecales o excrementos, que luego se hunden en el fondo del océano. Este hallazgo, publicado en ‘Sciece Advances’, sugiere que los larváceos y otros alimentadores mediante filtro pueden contribuir a la transferencia más rápida de la contaminación plástica desde la superficie hasta el fondo marino.
De toda la contaminación plástica, los microplásticos tienen uno de los impactos más fuertes en los ecosistemas marinos, ya que son lo suficientemente pequeños como para que los animales los coman fácilmente. Los larváceos gigantes filtran las partículas de agua del océano desde el interior de las “casas de moco”, estructuras de tres pies (más de 91 centímetros) de ancho que construyen y en las que viven.
La investigadora Kakani Katija, del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterrey, en California, Estados Unidos, y sus compañeros dicen que estos plancton son los candidatos ideales para investigar la ingestión microplástica, debido a que sus filtros de alimentación excluyen partículas del mismo tamaño que los microplásticos.
Los científicos estudiaron cómo los larváceos en la bahía de Monterrey, California, consumían piezas de plástico más pequeñas que un grano de arena. Introdujeron microplásticos en el océano a través de un vehículo operado remotamente y evaluaron si los lavárceos consumían las partículas. Los investigadores observaron que la mayoría de los larváceos ingerían los microplásticos y que los microplásticos se adherían a las larguiruchas casas larváceas, que se hunden en el fondo marino después de que los que se alimentan mediante filtración las descartan.
Katija y sus compañeros señalan que los larváceos probablemente no ingieren mucho plástico en el océano (al menos por ahora), ya que la mayoría de los microplásticos flotan más cerca de la superficie del océano que los larváceos. Para comprender mejor los impactos globales de los microplásticos en las redes alimenticias marinas, los autores creen que se necesita investigación adicional para explorar aún más las concentraciones de plásticos en todo el océano y cómo los animales las comen.
Fuente: Europa Press