Nuevos hallazgos han proporcionado la prueba más contundente hasta la fecha de que los dinosaurios atravesaban su mejor momento y no estaban en declive, cuando impacto el asteroide que los exterminó.
Los científicos han debatido durante mucho tiempo por qué los dinosaurios no aviares, como el Tiranosaurio Rex y el Triceratops, se extinguieron, mientras que los mamíferos y otras especies, como las tortugas y los cocodrilos, sobrevivieron.
El estudio, dirigido por un equipo internacional de paleontólogos y ecólogos y publicado en Science Advances, analizó 1.600 registros fósiles de Norteamérica. Los investigadores modelizaron las cadenas alimentarias y los hábitats ecológicos de los animales terrestres y de agua dulce durante los últimos millones de años del Cretácico y los primeros millones del Paleógeno, después del impacto del asteroide.
Los paleontólogos saben desde hace tiempo que muchos pequeños mamíferos convivieron con los dinosaurios. Pero esta investigación revela que estos mamíferos fueron diversificando sus dietas, adaptándose a sus entornos y convirtiéndose en componentes más importantes de los ecosistemas a medida que se desarrollaba el Cretácico. Mientras tanto, los dinosaurios se atrincheraban en nichos estables a los que estaban supremamente bien adaptados.
Según los expertos, los mamíferos no sólo se aprovecharon de la muerte de los dinosaurios. Crearon sus propias ventajas diversificándose: ocupando nuevos nichos ecológicos, desarrollando dietas y comportamientos más variados y soportando pequeños cambios climáticos, adaptándose rápidamente. Estos comportamientos probablemente les ayudaron a sobrevivir, ya que eran más capaces que los dinosaurios de hacer frente a la destrucción radical y abrupta causada por el asteroide.
El primer autor, Jorge García-Girón, de la Unidad de Investigación en Geografía de la Universidad de Oulu (Finlandia) y del Departamento de Biodiversidad y Gestión Medioambiental de la Universidad de León (España), explica en un comunicado que «el estudio proporciona una imagen convincente de la estructura ecológica, las redes tróficas y los nichos de los últimos ecosistemas dominados por dinosaurios del período Cretácico y los primeros ecosistemas dominados por mamíferos tras el impacto del asteroide».
«Esto nos ayuda a comprender uno de los antiguos misterios de la paleontología: por qué murieron todos los dinosaurios no aviares, pero perduraron las aves y los mamíferos», resalta en un comunicado.
El coautor principal, Alfio Alessandro Chiarenza, del Departamento de Ecología y Biología Animal de la Universidad de Vigo, añade que «parece que la ecología estable de los últimos dinosaurios en realidad dificultó su supervivencia tras el impacto del asteroide, que cambió bruscamente las reglas ecológicas de la época».
«Por el contrario –continúa–, algunas aves, mamíferos, cocodrilianos y tortugas se habían adaptado antes mejor a los cambios inestables y rápidos de su entorno, lo que podría haberles hecho más capaces de sobrevivir cuando las cosas se torcieron de repente con el impacto del asteroide».
El autor principal, el profesor Steve Brusatte, Catedrático Personal de Paleontología y Evolución de la Escuela de Geociencias de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), subraya que «los dinosaurios funcionaban bien, con ecosistemas estables, hasta que el asteroide acabó con ellos. Mientras tanto, los mamíferos diversificaban sus dietas, ecologías y comportamientos mientras los dinosaurios seguían vivos».
«Así pues, los mamíferos no se aprovecharon simplemente de la muerte de los dinosaurios, sino que crearon sus propias ventajas, que los preadaptaron ecológicamente para sobrevivir a la extinción y ocupar los nichos que dejaron vacantes los dinosaurios muertos», concluye.
Fuente: europapress.es