Un estudio, que analizó la conducta de un grupo de cuervos, asegura que estas aves pueden reconocer cuando alguien las ha engañado en un intercambio o interacción social y guardarle rencor. Esta investigación podría ayudar a entender un poco más la evolución de la inteligencia.
El estudio se llevó a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad de Lund (Suecia) y la Universidad de Viena (Austria), y fue publicado en la revista científica Animal Behaviour. Jorg Massen, experto en biología cognitiva, fue uno de los responsables del hallazgo.
El experimento consistía en el intercambio de un trozo de corteza de pan por un trozo de queso. Dos investigadores se posicionaron uno a cada lado de la jaula, uno de ellos le daba al cuervo el pan y el ave lo llevaba al otro, quien se lo intercambiaba por el queso. Esto era, para el cuervo, un intercambio justo y satisfactorio.
La segunda fase del experimento consistió en cambiar al responsable del queso por otra persona. Una vez el cuervo le llevaba el pan, ese investigador no le entregaba el queso sino que se lo comía.
Por último, alrededor de la jaula se posicionaron cuatro personas: una en un extremo (responsable de dar el pan al cuervo) y en la otra tres, entre los que se encontraba la persona que sí daba el queso, el que se la comía y otra persona completamente nueva y neutral para el ave. El cuervo en la mayoría de ocasiones decidió darle el pan a aquel que sí le entregaba el queso, demostrando que recordaba su rostro y que había sido engañado por el otro.
De las siete aves que participaron en el experimento, seis eligieron intercambiar con la persona “justa” y una con la neutral. Las otras dos aves que formaban parte del estudio se encontraban en la jaula como “observadores”, aunque en ningún momento influyeron en la decisión de los cuervos. Massen asegura:
“Esta clase de intercambios y cooperación es parte de la compleja vida social de los córvidos. Entre ellos, si un individuo apoya a otro esto afectará la forma en la que estos se apoyan y conviven durante un largo tiempo”.
El estudio estima que el cuervo puede recordar el rostro de quienes lo han engañado durante al menos dos años, aunque todavía no lo han podido demostrar. Además, Massen afirma que este tipo de comportamiento e inteligencia está presente en todos los miembros de la familia de aves de los córvidos y no solo en los cuervos.
En el pasado, otros experimentos demostraron que los cuervos pueden reconocer rostros humanos. Esta vez los investigadores han logrado probar que estas aves no solo reconocen personas, sino que evitarán acercarse y relacionarse con aquellos que las hayan engañados.
Fuente: Animal Behaviour