Los cuervos se relacionan de manera inteligente no solo con sus congéneres, sino también con los humanos. Investigadores dirigidos por Jorg Massen, de la Universidad de Viena, han descubierto que estos pájaros se acuerdan de las personas que los han tratado de forma injusta y evitan colaborar con ellas en un futuro.
Massen y su equipo entrenaron a nueve ejemplares de Corvus corax para que intercambiaran un trozo de pan por uno de queso (alimento que les resulta más atractivo) con un experimentador. Una vez aprendido el trueque, los pájaros se encontraban con dos tipos de experimentadores: uno les premiaba con queso a cambio de pan; el otro, además de quedarse con el pedazo de pan, se comía el queso. Dos días más tarde, los investigadores pusieron a prueba a los cuervos en una nueva situación: los animales podían escoger con quién querían cambiar el pan, bien con la persona que había sido justa con ellos o con un tercer experimentador al que no conocían. Casi todas las aves eligieron al humano que les resultaba de mayor confianza. Al cabo de un mes, los cuervos mostraron dicha tendencia cuando repitieron la prueba con las mismas personas.
Los científicos concluyen que estos pájaros son capaces de aprender con quién deben colaborar desde un primer encuentro y que retienen esa información a largo plazo. Con todo, para que los cuervos muestren ese aprendizaje, deben experimentar la situación por sí mismos. Las aves que solo observaron el experimento no distinguían el humano justo del injusto.
Fuente: EFE