Ayer nos enterábamos de que un equipo de científicos ha encontrado una bolsa de plástico en el lugar más remoto del océano, la fosa de Las Marianas. Hoy otro equipo de exploradores ha podido por fin capturar un animal que prácticamente es una bolsa de plástico viviente: la Deepstaria enigmatica.
El nombre le va que ni pintado. La Deepstaria enigmatica es una medusa tan extraordinariamente rara que apenas la conocemos de un par de encuentros. El primero fue en 1960 y el segundo, en 1967, sirvió para categorizarla como nueva especie. Su nombre se lo debe el sumergible Deepstar 4000 del oceanógrafo Jacques Cousteau, responsable de su descubrimiento durante sus expediciones.
La razón por la que este organismo ha evolucionado fuera de la vista del ser humano es que vive en la zona afótica del océano, a profundidades de unos 1.000 metros y en una oscuridad total. La grabación de este ejemplar ha sido posible gracias a las nuevas cámaras de alta sensibilidad empleadas por los investigadores del NOAA, que pueden tomar fotos y vídeo con una iluminación de menos de 274 lúmenes. La nitidez de la cámara ha permitido registrar en detalle la red de capilares que recubren el cuerpo de la medusa y que forman su sistema digestivo y circulatorio.
El vídeo ha servido para constatar una extraña característica de la medusa: a diferencia de otras de su especie no tiene tentáculos. Los biologos creen que suple esa carencia contrayendo de golpe su amplia cúpula para envolver a su presa completamente.
La criatura realizó ese movimiento delante de la cámara, aunque no se sabe con seguridad si fue una respuesta a la luz, o si simplemente se estaba desplazando. Los nuevos datos sobre la especie acaban de publicarse en un estudio del Museo Americano de Historia Natural.
Fuente: gizmodo.com