Recientemente un enorme iceberg llamado A74 se desprendió de la plataforma de hielo Brunt ubicada en la Antártida. El bloque de hielo que ocupa una superficie de 1.270 kilómetros cuadrados (490 millas cuadradas) duplica la superficie de Chicago.
Esta gigantesca masa de hielo fue detectada por un equipo GPS el pasado 26 de febrero y confirmada al día siguiente por el satélite Sentinel-1A de la Agencia Espacial Europea.
El A74 permanece muy cerca de la plataforma de Brunt
El desprendimiento del A74 no ha causado mucha sorpresa, porque es un hecho natural es esta área. De hecho, los glaciólogos de BAS han monitoreado la zona por dos años y han registrado una serie de grietas y abismos “producidas por una formación submarina que bloquea el flujo de hielo”.
“No ha sucedido nada realmente nuevo desde que se desprendió el iceberg”. Inclusive, aún está muy, muy cerca de la plataforma de hielo Brunt. “Algunos bordes parecen desmoronarse un poco, pero nada importante hasta ahora”, expresó Pierre Markuse.
Lo que significa que es muy predecir cual es la ruta que tomará el A74 y qué impacto tendrá en el área. Pese a ello, los científicos consideran que “durante las siguientes semanas y meses, el iceberg podría ser arrastrado por la corriente costera que fluye rápidamente hacia el suroeste, encallar o causar más daños al chocar contra la plataforma de hielo del sur de Brunt”.
Ante esta situación, los expertos monitorearán cuidadosamente el comportamiento de la gigantesca masa de hielo. Para ello, utilizaran “los datos proporcionados por la misión Copernicus Sentinel-1″.
Por ahora, los datos apuntan a que el A74 podría tomar el mismo camino de A68 y navegar hacia la Corriente Circumpolar Antártica, dejando una serie de nuevos icebergs que pueden terminar impactando el sector marítimo.
Fuente: tekcrispy.com