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Las medusas comprueban que el sueño es uno de los hábitos más antiguos en los animales

Las medusas comprueban que el sueño es uno de los hábitos más antiguos en los animales

Un tipo primitivo de medusa llamado Casiopea duerme por la noche, de acuerdo a un nuevo estudio publicado recientemente por la revista Current Biology. Si bien el sueño ha sido confirmado en otros invertebrados como gusanos y moscas de la fruta, la medusa es el animal antiguo más evolucionado que se ha probado que duerme.

“Estos resultados sugieren que incluso aquellos animales sin un sistema nervioso centralizado necesitan dormir, lo que significa que el sueño es uno de los estados de comportamiento más antiguo, profundamente arraigado en el linaje animal”, detalló el biólogo Ravi Nath, del Instituto Tecnológico de California.

Las medusas han habitado en los mares por al menos 600 millones de años, mucho más que casi cualquier otro animal. En comparación, los dinosaurios aparecieron hace casi 230 millones de años y los humanos casi sólo 300 mil años atrás. Las conclusiones sobre una criatura tan primitiva generan nuevas preguntas sobre el origen y el propósito del sueño.

“No sabemos si el sueño está limitado sólo a los animales”, comentó Nath, quien fue uno de los líderes del estudio. Las medusas son de los primeros animales en haber desarrollado neuronas -células nerviosas-, pero no tienen un cerebro, espina dorsal o sistema nervioso central.

La medusa Casiopea vive en aguas claras tropicales y poco profundas del océano Pacífico y el oeste del Atlántico, y se alimenta de plancton. Mide unos 2,5 a 5 centímetros de diámetro y se las llama “medusa invertida” porque yacen en el fondo del mar con sus tentáculos hacia arriba.

A través de experimentos de laboratorio, los investigadores determinaron que la medusa cumplía con tres criterios importantes del sueño: períodos de disminución de la actividad conocidos como inactividad conductual, una menor respuesta a estímulos y un aumento del sueño tras no haber dormido.

Las medusas mostraron períodos de inactividad en la noche, emitiendo pulsaciones hasta 30% por ciento menores que durante el día. Cuando se quitó una plataforma debajo de los animales, les llevó hasta 5 segundos “despertarse” y reorientarse. Y cuando se les privó de dormir en la noche arrojándoles un chorro de agua, se volvían más proclives a dormir durante el día.

Fuente: Reuters

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