Dos décadas de grabaciones submarinas en la costa de Australia Occidental han relacionado una mayor actividad sonora de las ballenas azules con los años en que impera el fenómeno climático de La Niña.
Investigadores de UNSW Sydney han estado utilizando una red de dispositivos de escucha bajo el agua para controlar a las ballenas azules pigmea para ver si sus llamadas se corresponden con cambios ambientales.
Descubrieron que, si bien el número de detecciones de llamadas de ballenas cambiaba año tras año, la variabilidad estaba relacionada con La Niña. Los hallazgos sugieren que los ciclos climáticos pueden influir en la migración de la ballena azul pigmea en el Océano Índico oriental, lo que puede tener implicaciones importantes para su conservación.
La Niña es la fase de enfriamiento del ciclo natural de El-Niño-Oscilación del Sur (ENOS) que causa variaciones en las temperaturas de la superficie del mar en todo el Pacífico, aunque también se sabe que tiene efectos de gran alcance en las condiciones climáticas y oceánicas en todo el mundo, que incluyen el Océano Índico.
“Descubrimos que la cantidad de detecciones estaba relacionada con la fuerza y el momento de los eventos de La Niña, lo que sugiere que puede ser un factor importante que influye en sus movimientos”, dice en un comunicado Gary Truong, autor principal del estudio y candidato a doctorado en UNSW Science.
“Más específicamente, encontramos que el número de detecciones de canciones durante los años de La Niña es hasta 10 veces mayor que el de El Niño o años neutrales, lo que indica que estas ballenas responden a los cambios en los ciclos climáticos”.
Se estima que hay alrededor de 10 poblaciones diferentes de ballenas azules pigmeas acústicas, la subespecie más pequeña de la ballena azul, en el hemisferio sur, cada una con sonidos distintos que los investigadores pueden usar para identificarlas. Si bien la suposición actual es que solo cantan las ballenas macho, los investigadores pueden analizar las canciones para recopilar información sobre las poblaciones y sus movimientos.
Fuente: europapress.es