Los insectos desempeñan un papel crucial en casi todos los ecosistemas: polinizan más del 80% de las plantas y son una importante fuente de alimento para miles de especies de vertebrados
El 76% de las especies mundiales de insectos no están adecuadamente cubiertas por zonas protegidas, según un nuevo estudio publicado en la revista ‘One Earth’.
Los insectos desempeñan un papel crucial en casi todos los ecosistemas –polinizan más del 80% de las plantas y son una importante fuente de alimento para miles de especies de vertebrados–, pero las poblaciones están disminuyendo en todo el mundo y los esfuerzos de conservación siguen pasándolos por alto, alerta el estudio. Las zonas protegidas pueden salvaguardar especies amenazadas, pero sólo si esas especies viven realmente en las zonas que protegemos, apuntan.
“Ya es hora de que tengamos en cuenta a los insectos en las evaluaciones de conservación –afirma el autor principal, Shawan Chowdhury, biólogo conservacionista del Centro Alemán para la Investigación Integrativa de la Biodiversidad (iDiv)–. Los países deben incluir a los insectos en la planificación de áreas protegidas y al gestionar las existentes”.
Aunque se sabe que las áreas protegidas protegen activamente a muchas especies de vertebrados de las principales amenazas antropogénicas, se desconoce en gran medida hasta qué punto esto es cierto en el caso de los insectos. Para determinar qué proporción de especies de insectos están protegidas por áreas protegidas, Chowdhury y sus colegas superpusieron datos de distribución de especies del Global Biodiversity Information Facility con mapas mundiales de áreas protegidas.
Descubrieron que el 76% de las especies de insectos del mundo están insuficientemente representadas en zonas protegidas, incluidos varios insectos en peligro crítico como la hormiga dinosaurio, el caballito del diablo carmesí hawaiano y la polilla tigre enjaezada. Además, la distribución mundial de 1,876 especies de 225 familias no coincide en absoluto con la de las zonas protegidas.
A los autores les sorprendió el grado de infrarrepresentación. “Muchos datos sobre insectos proceden de zonas protegidas, así que pensábamos que la proporción de especies cubiertas por zonas protegidas sería mayor –explica Chowdhury–. El déficit es también mucho más grave que en un análisis similar que se realizó sobre especies de vertebrados, en el que se descubrió que el 57% de 25,380 especies de vertebrados estaban insuficientemente cubiertas”.
En algunas regiones los insectos estaban mejor protegidos que en otras. En la Amazonia, el Saharo-Arabia, Australia Occidental, el Neotrópico, el Afrotrópico y Europa Central, el porcentaje de especies de insectos protegidas era relativamente alto, mientras que en Norteamérica, Europa Oriental, Asia Meridional y Sudoriental y Australasia la protección era insuficiente.
Históricamente, los programas de conservación han pasado por alto a los insectos, y esta investigación se vio limitada por la escasez de datos sobre su distribución.
“De los 5,5 millones de especies de insectos que se calcula que hay en el mundo, sólo pudimos modelizar las distribuciones de 89.151 especies –indica Chowdhury–. Más del 80% de todos los animales son insectos y, sin embargo, los insectos sólo representan el 8% de las especies evaluadas en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN”.
Incluso si los insectos viven dentro de zonas protegidas, puede que no estén cosechando los beneficios de esta “protección”, dice Chowdhury. “Muchas especies de insectos están disminuyendo dentro de las áreas protegidas debido a amenazas como el rápido cambio medioambiental, la pérdida de corredores y las carreteras dentro de las áreas protegidas”, advierte.
“Se pueden tomar una serie de medidas para conservar eficazmente los insectos, y la participación de todo tipo de personas es esencial –sugiere Chowdhury–. La ciencia ciudadana podría tener un enorme impacto a la hora de llenar el vacío de datos sobre la distribución de los insectos. Los científicos y los responsables políticos deben ahora dar un paso al frente y ayudar en este reto de identificar lugares de importancia para la conservación de los insectos”.
Fuente: europapress.es