Científicos han descubierto que los niveles de halógeno en los meteoritos que formaron la Tierra hace miles de millones de años son mucho más bajos de lo que se pensaba.
La investigación fue llevada a cabo por un equipo internacional de investigadores, dirigido por las Universidades de Manchester y Oxford, y que se ha publicado en Nature.
Los halógenos, como el cloro, el bromo y el yodo, forman sales naturales que son esenciales para la mayoría de las formas de vida, pero un exceso puede impedir la vida. Cuando previamente se comparaban los niveles de halógeno en los meteoritos que formaban el planeta, la Tierra debería tener niveles de sal no saludables.
Se han propuesto muchas teorías para explicar el misterio de por qué, en cambio, las concentraciones de sal de la Tierra son las correctas. La respuesta resulta ser bastante simpes: en los meteoritos previamente estudiados eran demasiado altas.
Utilizando una nueva técnica analítica, el equipo analizó diferentes tipos de meteoritos de condritas, un tipo de meteorito primitivo de aproximadamente 4.600 millones de años.
Patricia Clay, autora principal del estudio de la Escuela de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente (SEES) de la Universidad de Manchester, dijo en un comunicado : “Este tipo de meteoritos son restos de la nebulosa solar, una nube molecular compuesta de polvo interestelar e hidrógeno que es anterior a nuestro Sistema Solar. Estudiarlos proporciona pistas importantes para nuestra comprensión del origen y la edad del Sistema Solar”.
Cómo adquirió la Tierra sus elementos volátiles ha interesado por mucho tiempo a los científicos. Para responder a la pregunta, el equipo volvió a examinar una de las mayores colecciones de meteoritos ensamblados para este tipo de estudio.
Descubrieron que las estimaciones previas de los niveles de halógeno en los meteoritos eran demasiado altas, pero la técnica utilizada por el equipo les ayudó a evitar fuentes contaminadas.
Clay explica: “Ningún modelo de formación de la Tierra que utilice las antiguas mediciones de meteoritos podría explicar fácilmente los halógenos que vemos hoy en día. Algunos de estos modelos necesitaban una catastrófica eliminación planetaria amplia de halógenos sin afectar a los elementos relacionados, lo que simplemente no tenía sentido.”
Ray Burgess, coautor y también de la Universidad de Manchester, agregó: “El nuevo modelo simplificado que hemos desarrollado es un gran paso adelante para comprender cómo los ingredientes clave esenciales para la vida fueron llevados a nuestro planeta, incluido el agua que probablemente ayudó a distribuir los halógenos entre el interior y la superficie del planeta”.
Los resultados fueron una gran sorpresa, y una y otra vez cada meteorito medido tenía niveles de halógeno mucho más bajos de lo que se pensaba, y notablemente consistentes entre diferentes tipos de meteoritos.
Chris Ballentine, coautor de la Universidad de Oxford y autor del estudio, agregó: “Otra gran sorpresa del estudio fue lo uniforme que es el contenido de halógenos en meteoritos muy diferentes: esta es una imagen increíblemente importante de los procesos que formaron los meteoritos en sí mismos, pero también significa que los meteoritos que formaron la Tierra, los ingredientes halógenos para la receta de la Tierra siguen siendo los mismos”.
Fuente: Europa Press