Las diferencias de tamaño físico entre machos y hembras de la misma especie varían en los mamíferos en función de la competencia por la pareja y cómo los padres se dedican a su descendencia
Los machos no son más grandes que las hembras en la mayoría de las especies de mamíferos, contrariamente a lo que se cree, concluye un nuevo estudio en el que los investigadores han comparado las masas corporales de 429 especies.
Los resultados de este trabajo se publican en la revista Nature Communications en un artículo que lideran investigadores de la Universidad de Princeton, de Estados Unidos, quienes apuntan que “los sesgos” de la literatura científica que existen desde hace más de un siglo pueden haber dado lugar -sostienen- a esta idea errónea.
Las diferencias de tamaño físico entre machos y hembras de la misma especie varían en los mamíferos en función de la competencia por la pareja y cómo los padres se dedican a su descendencia.
Por ejemplo, los leones y los babuinos macho, relativamente más grandes, compiten físicamente entre sí para conseguir pareja. Por su parte, las conejas hembra, relativamente más grandes, suelen tener varias camadas cada temporada de apareamiento.
Aunque investigaciones anteriores han descubierto que los machos y las hembras del mismo tamaño son sorprendentemente comunes, la narrativa general ha sido que los machos son más grandes que las hembras en la mayoría de los mamíferos.
Para contrarrestarlo, Kaia Tombak, de Princeton, y su equipo compararon las masas corporales de machos y hembras de 429 especies. En la mayoría de los casos, descubrieron que los machos no eran más grandes que las hembras y que, en muchas especies, ambos sexos tenían el mismo tamaño.
Por ejemplo, los machos y las hembras de lémures, topos dorados, caballos, cebras y tenrec suelen tener tamaños similares.
Una proporción menor de especies sí mostraba grandes diferencias de tamaño corporal entre sexos, como el elefante marino del norte, donde los machos son 3 veces más grandes que las hembras, y el murciélago de nariz tubular, “Murina peninsularis”, donde las hembras son 1.4 veces más grandes que los machos.
El dimorfismo sexual (las variaciones en el aspecto físico entre los dos sexos de una misma especie) de tamaño ha motivado una gran cantidad de investigaciones sobre las estrategias de apareamiento y la selección sexual de los mamíferos, relatan los autores en su artículo.
“A pesar de algunas pruebas contrarias, la narrativa de que los machos más grandes son la norma en los mamíferos (mantenida desde ‘El origen del hombre’ de Charles Darwin) todavía domina hoy, respaldada por metanálisis que utilizan medidas aproximadas de dimorfismo y muestreo taxonómicamente sesgado”.
Los autores sugieren que la razón de esta narrativa del “macho más grande” puede deberse a sesgos hacia la investigación sobre especies clave y carismáticas con machos más grandes y hacia la investigación sobre la competencia masculina por la pareja, como en primates y focas.
Sin embargo, las especies de roedores y murciélagos constituyen una proporción mucho mayor de las especies de mamíferos, en las que las diferencias de tamaño corporal entre sexos son menos frecuentes (aproximadamente la mitad de los murciélagos tienen hembras más grandes).
Los investigadores, entre los que también se encuentran expertos de la Universidad de Nueva York, señalan que sus conclusiones pueden cambiar a medida que se recopilen más datos sobre el tamaño corporal de los mamíferos en el futuro y recomiendan que se realicen más investigaciones sobre la biología de las hembras en todas las especies.
Fuente: EFE