En la India tienen un grave problema con sus monos. Puede sonar a leyenda urbana, como los monos adiestrados para robar carteras como Abu, el de Aladdín, pero la verdad es que no lo es: cada vez hay más ataques por parte de macacos a personas que terminan muertas.
El pasado mes de noviembre un bebé de tan solo unos doce días de vida que fue arrebatado por un mono de los brazos de su madre. Todo esto dentro de su propia casa en la ciudad de Agra, en la India. El bebé fue encontrado después y falleció en el hospital. Pero no es un caso aislado: tan solo un mes antes un hombre de 72 años fue apedreado hasta la muerte por un grupo de monos que había robado ladrillos de una obra cercana. Puede parecer insólito, pero los habitantes de la India llevan años sufriendo este tipo de ataques.
Este es el motivo de que desde hace tiempo se esté llevando a cabo una esterilización masiva de macacos rhesus, tanto machos como hembras. Se les da caza, se les opera y, después, se les vuelve a soltar en la naturaleza. No obstante, este método parece no estar funcionando: “Los resultados del programa no han sido concluyentes. Si bien el número de macacos rhesus en el estado se redujo de 3,2 millones en 2004 a 2,1 millones en 2015, los incidentes de violencia parecen haber permanecido más o menos igual”, tal y como analiza Satish K. Gupta, científico emérito especializado en biología de células reproductivas del Instituto Nacional de Inmunología de Nueva Delhi, que explica los resultados a desde Gizmodo. De hecho, la causa de que los ataques no estén reduciéndose puede estar también en el modo en el que se llevan a los monos para esterilizarlos. Pero ¿por qué?
Para Iqbal Malik, primatólogo y activista ambiental con sede en Nueva Delhi, según explicó a Gizmodo, el problema de la agresividad de los monos puede ser en la forma en la que se está ejecutando el problema de esterilización. “La esterilización en sí misma es inocua si se hace bien”, afirma el primatólogo. “Sin embargo, el enfoque desordenado del departamento forestal a la hora de capturar y liberar monos y su tratamiento antes y después de la operación podría ser la verdadera razón detrás del problema”, afirma. “Los macacos rhesus son una especie fuertemente tribal. Cuando los monos individuales son atrapados y separados de sus tribus, se rompe un vínculo comunitario muy intrincado. Esto es especialmente grave en el caso de los jóvenes, ya que son separados de sus madres. Cuando los monos se reintroducen en la selva, les resulta difícil encajar, lo que hace que busquen fuentes alternativas de alimento cerca de los asentamientos humanos. Esto los hace violentos y temperamentales”, indica Malik.
¿Cómo esterilizarlos?
Si el problema es separar a los macacos de su grupo, ¿cómo se les puede esterilizar? Este es el problema actual al que se enfrenta la Administración india. Se está buscando una opción diferente para esterilizar a estos animales y así evitar su agresividad, pero es más difícil de lo que puede parecer.
La actual alternativa que tiene el gobierno es la inmunocontracepción, es decir, “utilizar una vacuna que crea una respuesta inmunitaria temporal contra una proteína crucial para la reproducción. Su administración hace que los monos sean infértiles”, indican. Sin embargo, tampoco es la mejor de las opciones ya que ¿cómo administras la vacuna? Además, en estos momentos, se requieren de múltiples inyecciones durante todo el año para producir la infertilidad. La alternativa que se plantea a las inyecciones es el uso de pastillas, sin embargo tampoco sería fácil: “El líder de una tropa consumirá la mayor parte del cebo oral y solo dejará las sobras para otros monos”, aclara Gupta. “La inmunocontracepción es una técnica más factible para animales más grandes, como los elefantes, que se pueden tratar con pistolas de dardos”. “A pesar de los considerables esfuerzos del gobierno para abordar diferentes métodos de control de la población de macacos rhesus, no se han realizado investigaciones reales para comprender los efectos a largo plazo de estos procedimientos de control de la natalidad en los monos y su biología”, critica Gupta.
Por eso, mientras se estudia qué está pasando con los monos rhesus, Malik expone que la mejor idea es educar a la población para que no den comida ni sobra a los monos callejeros, que no muestren los dientes o hagan contacto visual con los monos y que utilicen ruidos fuertes para ahuyentarlos y tapar los tanques de agua y los cubos de basura. Mientras tanto, las personas que viven en la India tendrán que seguir lidiando con la agresividad de los macacos.
Fuente: hipertextual.com