Decenas de miles de elefantes son cazados furtivamente cada año en África, lo que pone en serio peligro a las dos especies –el elefante de sabana (Loxodonta africana) y el de bosque (Loxodonta cyclotis)– que habitan en ese continente. Se estima que se ha perdido el 60% de las poblaciones de este mamífero debido al tráfico ilegal de marfil, destinado sobre todo para el mercado asiático, a pesar de las prohibiciones internacionales.
Las motivaciones económicas de esta actividad ilegal parecen claras, de ahí el gran número de animales sacrificados a tal propósito, pero los beneficios conseguidos por conservar al mayor mamífero terrestre –de gran atractivo turístico– podrían ser mayores. Así lo afirma un estudio publicado en Nature Communications.
La caza de elefantes en África podría suponer una pérdida de ingresos en turismo de cerca de 25 millones de dólares (23 millones de euros) cada año. “Los beneficios perdidos debido a la caza superan los costes para evitarla y detener la disminución de elefantes en las zonas de sabana del continente”, señala el equipo de investigación, liderado por la Universidad de Cambridge (Reino Unido).
El estudio demuestra, a escala del continente, los efectos secundarios económicos de la caza furtiva de elefantes, que de 2007 a 2014 ha reducido en un 30% las poblaciones de estos animales. Según los científicos, como esta actividad ilegal puede ser costosa de eliminar de manera eficaz, los beneficios económicos obtenidos del ecoturismo podrían compensarlo.
El turismo ayuda a conservar al elefante
Para Robin Naidoo, de la organización World Wildlife Fund (WWF) en EE UU y primer autor del trabajo, la protección de especies en peligro es una estrategia económica viable. El equipo dirigió un modelo para estimar la cantidad de ingresos que se obtendrían del turismo por elefante en 216 áreas protegidas de toda África.
Los resultados muestran que los turistas están más dispuestos a visitar las zonas protegidas cuando los parques contienen numerosos elefantes africanos. Los cálculos revelan que cada ejemplar incrementa el número de turistas en un 371%. Por esta razón, la eliminación de elefantes supone pérdidas de ingresos turísticos, sustancialmente mayores que los costes generados para luchar contra la caza ilegal.
Sin embargo, esta estimación se da únicamente con los elefantes de sabana del este y sur de África, y no con los del bosque del centro del continente, donde los animales son más difíciles de observar y los ingresos por el turismo no están tan vinculados con la abundancia de estos mamíferos.
Aunque el comercio de marfil ingresa al año 597 millones de dólares (547 millones de euros), superando las pérdidas por ingresos turísticos, los científicos insisten en que la conservación y el ecoturismo siguen siendo alternativas económicas viables, sobre todo para las comunidades locales.
“Solo desde la perspectiva del turismo, incrementar la conservación de los elefantes es una sabia inversión por parte de los gobiernos en estas regiones”, concluyen los investigadores.
Fuente: SINC