Con individuos que pesan más de 45 kilogramos, la salamandra gigante china, en peligro crítico, es conocida como el anfibio más grande del mundo.
Ahora, investigadores informan este lunes en la revista ‘Current Biology’ de que esas salamandras gigantes no son una especie, sino cinco, y posiblemente hasta ocho.
Las malas noticias, como lo destaca otro informe que aparece en el mismo número, es que todas las salamandras –que alguna vez se pensó que vivían ampliamente en China– ahora se enfrentan a la inminente amenaza de extinción en la naturaleza, debido en gran parte a la demanda de anfibios como comida de lujo.
Los descubrimientos destacan la importancia de las evaluaciones genéticas para identificar correctamente a las salamandras y sugieren que el cultivo y la liberación de salamandras gigantes de nuevo en la naturaleza sin tener en cuenta sus diferencias genéticas está poniendo el futuro, ya grave, de las salamandras en un riesgo aún mayor. De hecho, algunas de las cinco especies recién identificadas ya pueden estar extintas en la naturaleza.
«No nos sorprendió descubrir más de una especie, como sugirió un estudio anterior, pero el grado de diversidad –tal vez hasta ocho especies– descubierto por los análisis nos devolvió a nuestras sillas», dice Jing Che, del Instituto Kunming de Zoología de la Academia China de Ciencias, que recnoce que esto no era lo que se esperaba.
«La sobreexplotación de estos increíbles animales para el consumo humano ha tenido un efecto catastrófico en su número en la naturaleza en un lapso de tiempo sorprendentemente corto –agrega Samuel Turvey, de la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL)–. A menos que se pongan en práctica medidas de conservación coordinadas como una cuestión de urgencia, el futuro del anfibio más grande del mundo está en grave peligro».
Los investigadores se sorprendieron al saber cuánto movimiento de salamandras ya se ha producido debido a la intervención humana. Las granjas de salamandras han buscado «maximizar la variación» intercambiando salamandras de áreas distantes, sin darse cuenta de que en realidad son especies distintas, explica Che. Como resultado, dice esta experta, las poblaciones silvestres ahora pueden estar en riesgo de una mala adaptación local debido a la hibridación a través de los límites de las especies.
Los investigadores, incluidos Ya-Ping Zhang y Robert Murphy, sospecharon que las salamandras gigantes chinas podrían representar especies distintas a pesar de sus apariencias similares. Eso es porque las salamandras habitan en tres ríos principales en China, y varios más pequeños, explican. Cada uno corre de manera independiente hasta el mar.
Dado que las salamandras gigantes no pueden moverse a través de la tierra, sospecharon que las salamandras que viven en diferentes sistemas fluviales podrían haber tenido la oportunidad de divergir con el tiempo en lo que ahora debería reconocerse como especies distintas. Y, de hecho, eso es exactamente lo que la evidencia genética sugiere ahora.
Prácticas agrícolas y actividades de conservación dañinas
En el segundo estudio, Turvey y sus colegas realizaron encuestas de campo y entrevistas de 2013 y 2016, en un esfuerzo que posiblemente fue la evaluación de vida silvestre más grande jamás realizada en China. Los datos revelaron que las poblaciones de esta especie, que una vez estuvieron muy diseminadas, se han agotado o extirpado de forma crítica en todas las áreas estudiadas de su área de distribución, y la caza furtiva ilegal está muy extendida.
Los científicos no pudieron confirmar la supervivencia de las salamandras salvajes en ningún sitio de los investigados. Aunque la captura de salamandras silvestres ya está prohibida, los hallazgos muestran que las prácticas agrícolas y las actividades de conservación existentes que tratan a todas las poblaciones de salamandras como una sola especie están causando un gran daño potencial, dicen los investigadores.
«Las estrategias de conservación para la salamandra gigante china requieren una actualización urgente», dice Che, señalando que es especialmente crítico reconsiderar el diseño de las reservas para proteger a las salamandras y un esfuerzo que ya ha liberado a miles de salamandras recién nacidas en la granja.
«Junto con abordar presiones más amplias como la caza furtiva para granjas comerciales y la pérdida de hábitats, es esencial que se establezcan medidas de protección adecuadas para proteger el linaje genético único de estos asombrosos animales», concluye Fang Yan, también del Instituto Kunming.
Fuente: Europapress.es