Fósiles de tiburones, reptiles marinos y criaturas parecidas a pulpos descubiertos en Idaho, Estados Unidos, revelaron que después de la gran extinción ocurrida al final del periodo Pérmico, hace unos 252 millones de años, la recuperación de la vida no habría sido tan lenta como se creía.
Las 30 especies encontradas demuestran que después de 1,3 millones de años después de la extinción, el ecosistema marino habría tenido una recuperación rápida y dinámica.
«Nuestro descubrimiento fue totalmente inesperado», dijo el paleontólogo Arnaud Brayard, de la Universidad de Borgoña-Franche-Comté de Francia.
Muchos científicos atribuyen la extinción a enormes erupciones volcánicas en Siberia que lanzaron grandes cantidades de gases tóxicos y de efecto invernadero, causando un severo calentamiento global y grandes fluctuaciones en la composición química de los océanos.
El ecosistema de Idaho, que apareció en las etapas tempranas del período Triásico, que luego produjo los primeros dinosaurios, incluía algunas criaturas inesperadas.
Los científicos encontraron un tipo de esponja que se creía extinta hace 200 millones de años, un grupo parecido a los pulpos que se pensaba que se había originado 50 millones de años después.
Además, entre sus hallazgos destacan un fósil que podría ser el ictiosaurio más antiguo conocido, un reptil marino parecido a un delfín que prosperó por 160 millones de años, o un ancestro directo.
Fuente: Reuters