Pertenece a un grupo de anfibios de la familia Bufonidae (sapos) que está en peligro de extinción
“La biodiversidad de Panamá incorpora una nueva especie de rana arlequín, nunca antes descrita”, que es “pariente” de la singular rana dorada de Panamá, un símbolo nacional, anunció el departamento de Ambiente en una declaración pública.
La nueva especie de rana, de color amarillo y negro y de diminuto tamaño, pertenece a un grupo de anfibios de la familia Bufonidae (sapos) que está en peligro de extinción: el 90 % está a punto de desaparecer o ya no existe en la naturaleza por un hongo patógeno que afecta su piel, su órgano más sensible, de acuerdo con la información oficial.
“Es extremadamente raro que se describan estas especies en la actualidad”, indicó el biólogo panameño Abel Batista, uno de los investigadores involucrados en el hallazgo.
Bautizada como “Rana arlequín fronterizo (Atelopus fronterizo)”, fue descubierta en la selva tropical de Darién por un miembro del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), quien fotografió al anfibio y publicó la imagen en la plataforma iNaturalist, como parte de un programa interinstitucional.
El nombre que se le ha puesto rinde homenaje al lugar donde habita y al cuerpo de seguridad al que pertenece este agente.
El descubrimiento se produjo en el marco de una iniciativa en la que participan instituciones y organizaciones panameñas, grupos de la sociedad civil y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con apoyo de la Policía Ambiental y el Senafront, y en la que se han recorrido distintos puntos de Panamá para documentar la fauna y flora.
Se trata, detalla la nota, de “un ejercicio de Ciencia Ciudadana conocido como Reto Naturalista, donde se invita a los participantes a tomar fotos a toda especie de vida silvestre y se comparten” en la plataforma iNaturalist.
Al ver la foto del agente del Senafront, los expertos “se percataron que no podían dar con la identidad” del anfibio, “sin embargo, un biólogo panameño durante varios años se dedicó a elaborar la documentación que contenía estudios morfológicos y moleculares del ADN de esta especie”, señala el ministerio.
Los científicos, agrega, “habían realizado expediciones en las montañas de la serranía del Darién en búsqueda de especies nuevas” y acudieron al Museo de Historia Natural de Nueva York, donde revisaron ejemplares recolectados en Panamá hace más de un siglo, “corroborando la identidad del anfibio en cuestión”.
Batista, quien también es investigador de la Universidad Autónoma de Chiriquí e Investigador Nacional (SNI-SENACYT) y el checo Milan Veselý publicaron un estudio en el que confirmaron que “este anfibio no había sido descrito antes”.
Al pertenecer a un grupo de especies “altamente vulnerables a las alteraciones de su ambiente y al cambio climático, se recomienda hacer estudios profundos de biología, reproducción y estados de conservación de sus poblaciones”, puntualiza el ministerio.
La rana dorada de Panamá, pariente de la nueva especie, ya no se encuentra en estado silvestre y solo existen ejemplares en cautividad debido al hongo Batrachochytrium dendrobatidis, causante de la enfermedad que afecta a más de 700 especies de anfibios y ha provocado la disminución de poblaciones en todo el mundo y la extinción de casi 200 especies.
Fuente: EFE