Al final del Período Pérmico, que finalizó hace 251 millones de años en la mayor extinción masiva de la historia, la Antártida era más cálida y más húmeda de lo que es hoy. Los continentes del mundo, tal como los conocemos, estaban agrupados en dos masas continentales gigantes: una en el norte y otra en el sur. La Antártida, tierra virgen en gran parte de su territorio, era parte de Gondwana, el supercontinente que abarcaba la actual América del Sur, África, India, Australia y la Península Arábiga.
Después de este período, la Tierra pasó de ser un glaciar o a tener las condiciones de un invernadero. Más del 90% de las especies en la Tierra desaparecieron, incluidos los bosques polares. Ahora, durante una expedición al promontorio antártico McIntyre, un equipo de geólogos de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee (EE.UU.) ha descubierto fragmentos fósiles de trece árboles de más de 260 millones de años entre las rocas grises que afloran de un campo de hielo en las Montañas Transantárticas.
Se trata de la representación fósil de un bosque creció al final del Período Pérmico, antes de los primeros dinosaurios. Los investigadores creen que los árboles en los bosques antárticos eran una especie muy abundante y está tratando de determinar por qué se extinguieron.
Además, puede dar pistas sobre las diferencias entre estas plantas y las actuales. El bosque se compone de una mezcla de musgos, helechos y una planta extinta llamada Glossopteris, y es probable que este bosque se extendiera por la totalidad de Gondwana. Durante el Período Pérmico, los bosques fueron un conjunto potencialmente poco diverso de diferentes tipos de plantas con funciones específicas que afectaron la forma en que todo el bosque respondió al cambio ambiental. Esto contrasta con los bosques modernos de latitudes altas que muestran una mayor diversidad de plantas.
El equipo también utilizó las rocas alrededor de los árboles fosilizados para determinar cómo encajan los fósiles en la historia geológica de la Antártida e intentar determinar qué causó el evento. La teoría más aceptada para explicar la extinción es el aumento masivo en esta época de los gases de efecto invernadero en la atmósfera, como el dióxido de carbono y el metano. Los científicos consideran probable que, en aproximadamente 200.000 años, las erupciones volcánicas en Siberia liberen de nuevo numerosas toneladas de gases de efecto invernadero.
Cuando las extensiones de bosque desaparecieron, tanto en el Pérmico como en el Carbonífero, se llevaron consigo el CO2 que habían usado para crecer, lo que con el tiempo se convirtió en la mayor parte del carbón que se utiliza hoy como combustble. Esto estuvo a punto de provocar una glaciación global hace 300 millones de años. Irónicamente, si el uso de este recurso natural hoy es una de las causas que nos lleva a un inexorable aumento de las temperaturas, su formación casi convierte a la Tierra en una gigantesca bola de nieve.
Fuente: Agencia N+1