La capa de hielo Quelccaya, ubicada en la cordillera de los Andes, en el sur de Perú, era hasta hace poco la capa tropical de hielo más grande del mundo; y, aunque todavía supera la extensión de nueve mil campos de fútbol, su adelgazamiento se ha hecho evidente durante décadas. Una reciente investigación publicada en Scientific Reports estima que, a mediados de la década de 2050, su retroceso se habrá tornado irreversible si continúan los patrones de calentamiento.
En los últimos 30 años, la capa de hielo, que se encuentra a unos 6.000 metros de altura, ha disminuido en un 31%. Tras analizar las proyecciones de la temperatura del aire en el futuro, los científicos, de la Universidad de Albany (EE.UU.), estiman que Quelccaya perderá más masa glaciar debido a la fusión, que la que puede compensar con las nevadas, incluso en su mayor elevación, por sobre el año 2055.
Según afirman, una vez que la fusión alcance la cima del glaciar, su desaparición será inevitable. «Dividimos los glaciares en dos partes. Hay una parte más alta donde el glaciar gana su masa a través de la acumulación de nieve, y luego está la fusión en la parte inferior. La línea de equilibrio es el límite entre las dos zonas», cuenta Mathias Vuille, profesor en el Departamento Universitario de Ciencias Atmosféricas y Ambientales de la universidad, según recoge Phys.org.
Otras regiones en riesgo
De acuerdo con los modelos del equipo, los Andes centrales pueden esperar ver aumentos futuros de la temperatura que van de 3ºC a 5ºC según la región, el modelo y el escenario de emisiones, para fines del siglo XXI. «Si continuamos quemando combustibles fósiles al ritmo actual, pronto nos veremos atrapados en una pérdida irreversible», añade el científico.
De acuerdo a estas predicciones, el calentamiento no solo derretirá Quelccaya, sino también otras áreas de superficie glaciar en la región, incluso en la Cordillera Blanca y la Ampato, donde los glaciares de elevación más baja también podrían desaparecer.
Los glaciares de montaña en los Andes tropicales son críticos para los millones de personas que dependen del hielo derretido para el agua potable, el saneamiento, la agricultura y la producción de electricidad. Perú genera alrededor del 54 por ciento de su electricidad a partir de energía hidroeléctrica.
«No podremos salvar esta capa de hielo sin grandes cambios sociales. Lo que hagamos hoy, importa para mañana», concluyen los científicos.
Fuente: rpp.pe