Investigadores de la Universidad de Durham han monitoreado, por primera vez la evolución de los estanques de agua de deshielo en la superficie de un glaciar en la Antártida oriental. Durante su investigación han detectado hasta 7 mil 990 lagos y 885 canales a distancias de 18 kilómetros hacia el interior.
El trabajo, publicado en Geophysical Research Letters, determina que el derretimiento de la superficie del hielo es un proceso común y significativo que regula la pérdida de masa de la capa de hielo, tal y como se ha comprobado en estudios en Groenlandia.
En la Antártida, y especialmente en el este de este continente, donde las temperaturas del aire rara vez se elevan por encima de cero, el agua de deshielo no se ve a menudo sobre la capa de superficie. Sin embargo, en el glaciar Langhovde de la Antártida -el que ha sido estudiado- se han podido ver desde hace una década y media estanques o ríos durante un corto periodo de verano, el único en que la temperatura del aire se eleva por encima de cero.
Estas masas de agua se han encontrado a distancias de hasta 18 kilómetros hacia el interior del continente helado. La mayoría suele desaparecer, ya sea mediante el drenaje de su contenido en el hielo de fondo o por congelación, al final del verano.
Comportamiento similar en Groenlandia
En Groenlandia, se ha encontrado un comportamiento similar -pero más penetrante- de formación de un lago que ha afectado al flujo de la capa de hielo. Pero, el caso de la Antártida no se había considerado hasta ahora.
La predicción de los investigadores que han llevado a cabo este estudio es que, a medida que el clima se calienta, estos lagos superficiales de la Antártida oriental tendrán una importante influencia en la capa de hielo, como se ha observado en Groenlandia durante las últimas tres décadas.
Fuente: Europa Press