El chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus), una especie propia de ecosistemas acuáticos e incluida en el Libro Rojo de las Aves de España con la categoría de ‘vulnerable’, ha sido elegida como Ave del Año 2019.
Este pájaro se ha impuesto a los otros dos candidatos -el alcaudón real y el aguilucho cenizo- con un 35,5% de los votos en la campaña anual promovida por SEO/BirdLife con el fin de llamar la atención de aves en peligro y mejorar su conservación.
La ONG conservacionista puso en marcha esta iniciativa en 1988, cuando la ganga ortega fue designada con este título que durante los años siguientes -a excepción de 1989 y 1991, cuando no se eligió ningún ave- ha compartido con el quebrantahuesos, la cigüeña blanca, el cernícalo primilla, el milano real, el águila imperial, el buitre negro o el gorrión común, entre otras especies.
Entre los objetivos de esta elección anual, según la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asun Ruiz, figura “hacer presión política para que se apliquen de manera urgente medidas por la conservación de la naturaleza” pues “los problemas de las aves son también problemas de todos nosotros”.
Participación récord
La participación de este año ha sido récord, con más de 146.000 votos repartidos así: 52.000 para el chorlitejo, 49.000 para el aguilucho y 45.000 para el alcaudón, “lo que ha convertido esta edición en la campaña más reñida”.
El chorlitejo patinegro es un pájaro pequeño, que habita en ecosistemas acuáticos y se alimenta de los insectos que se encuentran en humedales y playas.
Esta especie cuenta con aproximadamente 35.000 parejas reproductoras -5.000 de ellas, repartidas en el litoral español y áreas húmedas de Andalucía y La Mancha- distribuidas sobre todo por Europa y Asia, aunque según Ruiz “es un ave cosmopolita que puede encontrarse también en América y África”.
Sin embargo, su población se ha visto reducida en los últimos diez años, en el caso de Málaga hasta en un 70%, lo que le ha llevado a ser incluida, además de en el Libro Rojo de las Aves de España, en el Listado de Especies Silvestres, a nivel nacional, donde figura como ‘protección especial’.
Diversas amenazas
El turismo y la urbanización masiva de las costas, las gestiones de limpieza de playas, la sobreexplotación de lagunas, las actividades extractivas salineras y la continua afluencia humana en el litoral acompañada en muchos casos de perros y gatos -que pueden molestar e incluso comer a las crías del chorlitejo patinegro- son algunas de las amenazas que sufre esta especie.
“Su principal problema es, en general, la pérdida de hábitat”, ha detallado Ruiz, quien ha asegurado que “este año aumentaremos esfuerzos para hacer ciencia, concienciación y conservación con el fin de que este maravilloso manifestante de lo que está sucediendo en los humedales nos ayude a concienciar” sobre el deterioro medioambiental.
Fuente: EFE