Icono del sitio INVDES

El canibalismo de algunas arañas tras el sexo beneficia a sus crías

La hembra de araña de pesca oscura que devora al macho tras aparearse tiene más probabilidades de engendrar un mayor número de crías, de un tamaño superior y con más opciones de supervivencia, según una investigación realizada por científicos de las universidades de Nebraska-Lincoln y Gonzaga (Estados Unidos).

El estudio, publicado en la revista Current Biology y encabezado por Steven Schwartz, indica que las hembras de araña de pesca oscura (Dolomedes tenebrosus) que canibalizan a sus compañeros sexuales producen casi el doble de crías y sus descendientes crecen casi un 20 por ciento más y sobreviven un 50 por ciento más que las que no lo hacen.

Los investigadores hallaron que el macho se enrosca y muere inmediatamente después de aparearse con la hembra. Para comprobar si esta conducta es beneficiosa para el número, el tamaño y las probabilidades de supervivencia de las crías, probaron si un grillo aporta las mismas ventajas porque tienen el mismo tamaño que los machos de estas arañas, pero no encontraron evidencia de que repercuta positivamente en la descendencia.

«Un cóctel de nutrientes» en los machos

«Sólo cuando una hembra se come al macho vemos estos beneficios», apunta Schwartz, quien añade que «hay algo único, algo especial, en los machos». «Puede ser un nutriente, o tal vez un cóctel de nutrientes, que de alguna manera está concentrado en los cuerpos de los machos», apunta.

Schwartz explica que el macho de la araña de pesca oscura transfiere su esperma a la hembra a través de un órgano reproductor conocido como pedipalpo, que se desinfla tras el acto sexual. Entonces, el cuerpo del macho se encoge y su corazón deja de latir si la hembra no lo devora antes.

Aunque este comportamiento extremo parece contradictorio, especialmente teniendo en cuenta que las hembras se aparean con varios machos, Schwartz y sus colegas proponen varias explicaciones para ello.

Este investigador indica que, debido a que el cuerpo de la hembra de araña de pesca oscura es aproximadamente un 90 por ciento más grande que el del macho, cualquier intento de resistirse a la canibalización es «inútil», con lo que, sin otra alternativa razonable, los machos pueden «hacer lo mejor de una mala situación», que es sacrificarse y ofrecerse como alimento para que la descendencia sea más saludable.

Este comportamiento también podría deberse a que el primer macho que llega a aparearse con una hembra fertiliza más huevos que los pretendientes posteriores.

Schwartz y los coautores del studio, Eileen Hebets y William Wagner Jr., profesores de biología de la Universidad de Nebraska-Lincoln, señalan que este estudio es uno de los pocos existentes para investigar el comportamiento del auto-sacrificio entre animales, ya que hay otros relacionados con arañas y mantis que no concluyen que esta conducta tiene efectos sobre la descendencia.

Fuente: rtve.es

 

Salir de la versión móvil