El aumento de calor de los ríos árticos está derritiendo el hielo marino en el océano Ártico y calentando la atmósfera, según un nuevo estudio dirigido por la Agencia Japonesa de Ciencia y Tecnología Marina-Terrestre.
Según la investigación, publicada en Science Advances, los principales ríos del Ártico aportan mucho más calor al Océano Ártico que en 1980. El calor de los ríos es responsable de hasta el 10% de la pérdida total de hielo marino que se produjo entre 1980 y 2015 en la región de la plataforma del Oceáno Ártico. Ese derretimiento equivale a unas 180.000 kilómetros cuadrados de hielo de 1 metro de espesor.
“Si Alaska estuviera cubierta por hielo de un metro de espesor, el 20% de Alaska desaparecería”, explicó en un comunicado Igor Polyakov, coautor y oceanógrafo del Centro Internacional de Investigación del Ártico de la Universidad de Alaska Fairbanks y del Instituto Meteorológico de Finlandia.
Los ríos tienen el mayor impacto durante el deshielo de primavera. El agua tibia se vierte en el Océano Ártico cubierto de hielo y se esparce por debajo del hielo, descomponiéndolo. Una vez que el hielo marino se derrite, el agua tibia comienza a calentar la atmósfera.
La investigación descubrió que entra a la atmósfera mucha más energía térmica de los ríos que la que derrite el hielo o calienta el océano. Dado que el aire es móvil, esto significa que el calor de los ríos puede afectar áreas del Ártico alejadas de los deltas de los ríos.
Los impactos fueron más pronunciados en el Ártico siberiano, donde varios ríos grandes desembocan en la región de la plataforma relativamente poco profunda que se extiende a casi 1.500 kilómetros de la costa. El río Mackenzie de Canadá es el único río lo suficientemente grande como para contribuir sustancialmente al derretimiento del hielo marino cerca de Alaska, pero los ríos más pequeños del estado también son una fuente de calor.
Polyakov espera que el aumento de la temperatura global del aire continúe calentando los ríos árticos en el futuro. A medida que los ríos se calientan, fluirá más calor hacia el Océano Ártico, derritiendo más hielo marino y acelerando el calentamiento del Ártico.
Los ríos son solo una de las muchas fuentes de calor que ahora calientan el Océano Ártico. Todo el sistema ártico se encuentra en un estado extremadamente anómalo a medida que aumenta la temperatura del aire global y el agua cálida del Atlántico y el Pacífico ingresa a la región, lo que hace que el hielo marino se descomponga incluso en medio del invierno. Todos estos componentes trabajan juntos, provocando ciclos de retroalimentación positiva que aceleran el calentamiento en el Ártico.
“Es muy alarmante porque todos estos cambios se están acelerando”, dijo Polyakov. “Los rápidos cambios son simplemente increíbles en la última década”.
Fuente: europapress.es