Estas cortinas han sido diseñadas para mejorar la calidad del aire en espacios cerrados y abiertos. Utilizan microalgas y el poder natural de la fotosíntesis para generar oxígeno.
Sus creadores aspiran a que se instalen en grandes edificios comerciales como almacenes, en espacios públicos y en edificios residenciales para generar una calidad de aire más saludable en las ciudades.
La firma de diseño urbano EcologicStudio es la responsable de estas cortinas fabricadas con bioplástico. Cada módulo puede limpiar un kilo de dióxido de carbono al día.
La cortina optimiza este proceso natural, capturando aproximadamente un kilogramo de dióxido de carbono por día, consiguiendo una capacidad equivalente a la de 20 grandes árboles.
Su funcionamiento es muy sencillo: el aire sin filtrar entra en la cortina desde la parte inferior y, a medida que viaja a través del líquido en los tubos, las microalgas capturan las moléculas de dióxido de carbono. Este proceso de fotosíntesis también produce oxígeno, que se libera desde la parte superior de la unidad.
Fuente: ecoportal.net