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Descubrieron en Mendoza una rara araña que viaja sobre hormigas

Investigadores del CONICET realizaron un hallazgo fascinante: una araña con un comportamiento nunca antes visto en la región

Un equipo de especialistas del CONICET realizó un sorprendente hallazgo en la Reserva de Bíosfera de Ñacuñán, Mendoza: una especie de araña que utiliza a las hormigas cortadoras como medio de transporte. Se trata de la Attacobius nigripes, una especie que emplea la estrategia de foresis, es decir, se monta sobre una hormiga para desplazarse.

El descubrimiento fue realizado por el investigador Gabriel Pompozzi, del Laboratorio de Entomología del Instituto Argentino de Investigaciones de las Zonas Áridas (IADIZA-CONICET), quien destacó en diálogo con El Interactivo (lunes a viernes, de 12 a 14, por FM 91.7 y Ciudadano_News en Twitch), la importancia del hallazgo: «Hace años que investigamos las arañas de la Reserva de Ñacuñán. Cada vez que vamos, encontramos algo nuevo, y esta vez encontramos una especie que no había sido registrada en la provincia y que tiene pocos antecedentes en el país, incluso en América Latina».

Un comportamiento rarísimo en el mundo de las arañas

Pompozzi explicó que el comportamiento de esta araña es sumamente inusual. «El comportamiento de la araña es muy raro, incluso para nosotros que nos dedicamos a esto. Es un comportamiento muy raro a nivel de lo que es el comportamiento de las arañas en general».

El investigador detalló que esta especie fue hallada en la Reserva Provincial Ñacuñán, ubicada en Santa Rosa, Mendoza, a unos 200 kilómetros de la capital provincial. «Es un bicho muy difícil de encontrar. Es una especie que se describió hace 70 años, pero en base a dos ejemplares nada más. En arañas, hablar de dos individuos es muy poco. Uno se encontró en Córdoba y otro en Santiago del Estero. Durante más de 70 años no la habíamos encontrado en Argentina, hasta que la registramos en Ñacuñán hace un par de años».

Vida dentro del hormiguero

Uno de los aspectos más curiosos de esta araña es su capacidad de vivir enteramente dentro de los hormigueros. «Las hormigas no quieren tener inquilinos y suelen atacar a otros individuos, pero estas arañas han desarrollado mecanismos para mimetizarse y pasar desapercibidas dentro de los hormigueros», explicó Pompozzi. Además, agregó que «lo más raro es que utiliza este comportamiento de subirse a las hormigas y transportarse con ellas. Solo se han reportado dos especies en Brasil con este comportamiento, y esta sería la tercera».

El investigador también explicó que este tipo de interacción se conoce como mutualismo, una relación en la que la presencia de la araña podría no afectar significativamente a la colonia de hormigas. «Las arañas no se comen a las obreras ni las atacan, pero podrían alimentarse de los huevos y larvas. Sin embargo, creemos que el impacto sobre la población de hormigas es mínimo, ya que un hormiguero cuenta con cientos de miles de individuos y las arañas que viven en su interior son muy pocas», explicó.

La importancia de la investigación científica

Pompozzi destacó la relevancia de generar conocimiento básico sobre la historia natural de los organismos: «La idea es tratar de entender por qué esta araña tiene este comportamiento, si es para dispersarse, para mimetizarse mejor dentro del hormiguero, o por otra razón. Hoy en día no conocemos una aplicación práctica para este fenómeno, pero el conocimiento básico puede ser clave en el futuro».

El investigador explicó que el estudio de venenos de arañas llevó al desarrollo de fármacos para enfermedades como el Parkinson y que también se está explorando su uso como biopesticidas. «En otros países se están desarrollando pesticidas biológicos utilizando componentes del veneno de las arañas para el control de plagas, lo que podría ser una alternativa más ecológica y segura a los pesticidas químicos», agregó.

Finalmente, Pompozzi subrayó la importancia de conservar los depredadores naturales en los ecosistemas agrícolas. «Las arañas, junto con otros depredadores como mantis religiosas y escarabajos, juegan un rol fundamental en el control de plagas. En lugar de depender solo de pesticidas químicos, se pueden generar refugios y ambientes que favorezcan a estos depredadores, ayudando a reducir daños en los cultivos de manera sustentable», concluyó.

Fuente: ciudadano.news

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