Hasta ahora, se creía que el único macho del grupo, cuyo pelaje blanqueado le otorga el apodo de «espalda plateada», era el que tomaba las decisiones
Antes de desplazarse en grupo, los gorilas realizan una especie de «votación» en el que la mayoría debe aprobar la decisión, según afirma un estudio publicado este miércoles en una revista de la Royal Society británica.
La investigación se centró en la especie «gorilla gorilla», llamada gorila occidental, que está en la República Centroafricana. Debido a su dieta basada principalmente en frutas, este grupo de animales se ve obligado a desplazamientos constantes y a un conocimiento detallado de su área de hábitat.
La especie vive en pequeños grupos compuestos por algunas hembras y pocos jóvenes, bajo la protección de un único macho, cuyo pelaje blanqueado le otorga el apodo de «espalda plateada».
Con sus 160 kilos, el doble de peso del de una hembra, y su estatus de dominante teóricamente era quien decidía los movimientos del grupo. Sin embargo un estudio firmado por Lara Nellissen, doctoranda de la universidad suiza de Neuchâtel, publicado en la revista Proceedings B, desmiente este escenario.
Este comportamiento fue documentado hasta ahora en suricatos, perros salvajes e incluso en macacos tonkeanos.
«Para los gorilas es crucial mantener la cohesión del grupo», explica, citada en un comunicado. «Observamos que los gorilas vocalizan antes de moverse para asegurarse de que todos estén de acuerdo», detalla. El estudio, co-supervisado por Shelly Masi, primatóloga del Museo Nacional de Historia Natural, llevó a Nellissen a la reserva protegida de Dzanga Sangha, en el suroeste de la República Centroafricana.
Durante once meses siguió a tres pequeños grupos de gorilas occidentales, enfocándose en el «espalda plateada», las hembras adultas y los machos jóvenes, registrando sus movimientos y vocalizaciones, compuestas principalmente de gruñidos.
«Votos» sobre un proyecto común
El equipo de investigadores observó un aumento significativo en las vocalizaciones del grupo en los cinco minutos previos a su movimiento. «Es plausible que los gruñidos funcionen como ‘votos’ sobre un proyecto común», según el estudio.
Todos los adultos iniciaron al menos un desplazamiento, alejándose ostensiblemente del grupo, siendo seguidos por el resto en dos tercios de los casos. Esta iniciativa se observó con más frecuencia en los gorilas de mayor rango, especialmente en los «espaldas plateadas».
El comportamiento coincide con el papel atribuido a los «ancianos», quienes supuestamente conocen mejor las fuentes de recursos que los demás.
Además los investigadores notaron una relación entre el número de individuos que vocalizan y la probabilidad de que este intercambio conduzca a un movimiento. «Observamos que los gorilas eran más propensos a moverse si un número elevado de miembros del grupo había vocalizado», explica Nellissen.
«Lo que sugiere que los gorilas podrían responder a un quorum. Una vez que un número umbral de individuos se pronuncia a favor de un comportamiento, el grupo entero lo adopta», resalta.
El próximo desafío es intentar comprender el contenido de los intercambios previos al movimiento, con la indispensable ayuda de los rastreadores Ba’Aka, cazadores-recolectores indígenas, quienes ayudaron a los investigadores a atribuir los gruñidos a individuos específicos dentro del grupo.
Fuente: reduno.com.bo