La Stenophylla lobivertex es una especie muy rara de mantis, que vive escondida en la selva amazónica. Fue descubierta hace solo unos 20 años. Y desde entonces, el animal solo ha sido visto en unas pocas ocasiones. Ello no sorprende, porque incluso mirando de cerca a los individuos de esta especie, cuesta distinguirlos debido a su magnífico camuflaje. Estas mantis parecen hojas muertas y pasan inadvertidas entre la hojarasca.
De su conducta sexual, es muy poco lo que se sabe. Al parecer, solo se aparean de noche, al amparo de la oscuridad.
Ahora, unos científicos alemanes de la Universidad del Ruhr en Bochum y de la Colección de Zoología del Estado Bávaro en Múnich, han presentado un hallazgo inesperado que hicieron durante una investigación sobre estos singulares insectos.
«Cuando vi las estructuras parecidas a gusanos que asomaban por la espalda de la mantis y luego se retiraban hacia el interior, pensé inmediatamente en parásitos que se comen al animal desde dentro, porque eso no es muy raro en los insectos», confiesa Frank Glaw, experto en reptiles y anfibios de la Colección de Zoología del Estado Bávaro y coautor del nuevo estudio.
Sin embargo, diversos indicios de que el fenómeno observado era otra cosa, más extraña, llevaron a Glaw y a un especialista en este grupo animal concreto a investigar más, hasta que resolvieron el enigma.
Aunque no se había visto nada parecido en otras mantis religiosas, sí resultó revelador el hecho de que hay especies de mantis en las que las hembras, en su mayoría no fecundadas, liberan feromonas desde una glándula situada en la misma parte del cuerpo donde la Stenophylla lobivertex posee la estructura retráctil.
El órgano en forma de “Y”, que puede alcanzar los 6 milímetros de longitud, es una glándula de feromonas avanzada, que el insecto controla con la ayuda de la hemolinfa.
«Sospechamos que la Stenophylla lobivertex puede liberar las feromonas con el órgano protuberante de forma más eficaz y selectiva que otras mantis religiosas», afirma Christian J. Schwarz, entomólogo de la Universidad del Ruhr y coautor del nuevo estudio.
Esto puede ser muy importante, sobre todo en el caso de especies raras con una baja densidad de población, para asegurar que los machos puedan encontrar a sus hembras.
Así pues, este “órgano del deseo” de las hembras de Stenophylla lobivertex sirve para dotarlas de una mayor capacidad de seducción con la que atraer a machos con los que aparearse y, quizá también devorar después de la cópula si la incidencia del canibalismo en esta especie es parecida a la observada en otras especies de mantis.
El estudio se titula “The luring mantid: Protrusible pheromone glands in Stenophylla lobivertex (Mantodea: Acanthopidae)”. Y se ha publicado en la revista académica Journal of Orthoptera Research.
Fuente: noticiasdelaciencia.com