Peces gelatinosos, crustáceos carroñeros, pulpos y gusanos extraños fueron avistados por primera vez, a 8 kilómetros de profundidad, en la fosa marina más extensa del mundo, en el Océano Pacífico frente a las costas de Perú y Chile.
8081 metros de profundidad y 6000 kilómetros de largo mide esta fosa que se asemeja a “un gran cañón, como si fuera el Cañón del Colorado, pero en el fondo del mar” explica el biólogo marino Osvaldo Ulloa, director del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO). La fosa Chileno Peruana, también conocida como Atacama, puesto que su punto de máxima profundidad está frente al desierto que lleva ese nombre, comienza aproximadamente frente a Ecuador y termina en la Isla de Chiloé, al sur de Chile.
La fosa de Atacama, es producto del proceso geológico de subducción en el que la placa de Nazca, al ser más densa, se desplaza bajo la placa Sudamericana causando que el suelo marino se curve y forme una pendiente en forma de V. Esta subducción es a su vez, la responsable de la intensa actividad sísmica y volcánica presente en Sudamérica. De hecho “si no existiera fosa de Atacama tampoco existiría la Cordillera de los Andes” señala Ulloa.
Este año por primera vez, una expedición, realizada por el IMO y liderada por Osvaldo Ulloa, logró llegar hasta el fondo de la fosa enviando un robot para sacar muestras de este abismo desconocido. Con una presión que supera 1000 veces la de la superficie, una temperatura ligeramente sobre el punto de congelamiento y una completa oscuridad, las fosas marinas durante años fueron consideradas hoyos muertos sin vida. Sin embargo, las investigaciones de aguas profundas que en los últimos años se han venido realizando, han demostrado lo contrario. “Los sistemas —en las fosas marinas— son mucho más dinámicos de lo que nos imaginábamos”, señala Ulloa.
Marcelo Oliva, investigador del IMO asegura que “encontramos una diversidad de fauna que no esperábamos”. Poliquetos: especies de gusanos nadando en el fondo del mar, peces gelatinosos con grandes dientes, medusas, pulpos y unas especies de crustáceos carroñeros, más correctamente llamados anfípodos, de entre 10 y 15 centímetros. Según Ulloa, al estar la fosa en contacto con el ecosistema marino de Humboldt, el más productivo del mundo, “es probable que esta fosa sea también la más productiva de todas”.
El científico señala que las especies están siendo actualmente analizadas pero que lo más probable es que se trate de especies nuevas. Ello puesto que si bien existen 30 fosas marinas en el planeta “entre ellas están lo suficientemente aisladas como para que haya especiación”.
Fuente: rpp.pe