Un equipo internacional de investigadores en el que ha colaborado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en España, ha descrito tres nuevas especies de hongos del género Scleroderma en la Amazonía brasileña. Dos de ellas podrían haberse extinguido ya, debido a la inundación de su hábitat tras la construcción de una presa. El trabajo, publicado en la revista PLOS ONE, destaca la importancia de la investigación en la descripción de nuevas especies por el riesgo de desaparición de antes de ser estudiadas y nombradas.
Las tres nuevas especies descritas son Scleroderma duckei, hallada en el barranco de una pista forestal de la Reserva Adolfo Ducke, cerca de Manaos, Scleroderma anomalospora y Scleroderma camassuense, ambas localizadas en la isla de Camassú, en el río Xingu, en 2015 y ahora posiblemente extintas tras la inundación de la isla por la construcción de la planta hidroeléctrica de Belo Monte (Estado de Pará).
“Los hongos juegan un papel clave en todos los biomas como descomponedores de materia orgánica, y la gran contribución de los hongos ectomicorrícicos, como las especies de Scleroderma, en la nutrición de las plantas en suelos infértiles. Muchas especies de Scleroderma en Brasil forman ectomicorrizas con especies introducidas (pinos y eucaliptos) y, sólo dos se habían descrito con vegetación nativa en la selva amazónica, como las tres especies de nuestro estudio. La extinción de cualquier hongo micorrícico es un asunto muy importante para la planta asociada”, explica la investigadora del CSIC, María Paz Martín, del Real Jardín Botánico.
Se estima que hay entre millón y medio y cinco millones de especies de hongos en el mundo, de las que sólo se han descrito unas 120.000. La mayoría de las especies de hongos, aún desconocidas, probablemente se encuentran en los bosques tropicales; en particular, en la selva amazónica. En estas regiones la acción del ser humano ha causado un gran impacto ambiental a través de la destrucción de hábitats y la introducción de especies exóticas invasoras, lo que lleva a la extinción de las especies nativas.
“Los hongos producen moléculas que pueden tener numerosas aplicaciones para nuestro beneficio, como la producción de medicamentos. Algunos antibióticos, fármacos para prevenir el rechazo de órganos trasplantados, como la ciclosporina, y otros que ayudan a luchar contra el cáncer, como el taxol, son diversos ejemplos. Sin embargo, antes de detectar e identificar nuevas sustancias es esencial la identificación de nuevos taxones. Nuestro estudio demuestra la urgencia de este tipo de investigación, ya que existe el riesgo de que algunas especies llegasen a extinguirse antes de ser descritas y de recibir un nombre”, concluye la investigadora.
Este estudio ha sido realizado en colaboración con investigadores de la Universidad de Tottori (Japón) y de cuatro instituciones brasileñas: la Universidade Federal do Rio Grande do Norte, la Universidade Federal da Bahia, el Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia y la Universidad Federal de Pará.
Fuente: noticiasdelaciencia.com