«En verano, las estaciones de esquí a menudo se convierten en grandes lugares en construcción. El turismo de invierno moderno significa hoy enormes intervenciones en la naturaleza con un gran uso de energía y recursos. Debido a la constante expansión de las áreas turísticas, no queda mucho de la naturaleza intacta». Las palabras de Josef Schrank y las imágenes de su compañero Vincent Sufiyan, de la organización ecologista WWF Austria, han generado un gran estupor tras su publicación en redes sociales.
Varias palas excavadoras intervienen directamente sobre el hielo del glaciar de Piztal, a más de 3.000 metros en los Alpes. El objetivo es ampliar la estación de esquí de Wildspitzbahn. Mientras las máquinas excavan, las quitanieves redistribuyen la nieve para crear las pistas. «Esta práctica cuestionable debe llegar a su fin», asegura Schrank. Sólo el 7% del territorio austríaco sigue siendo mostrando su estado original, libre de carreteras e infraestructuras técnicas.
«En las áreas de esquí vecinas ya se puede ver una amenaza a la inmaculada montaña glaciar: grandes construcciones con las que el turismo trabaja contra la naturaleza en lugar de con ella», dice Josef Schrank y exige: «Además de una política climática y ambiental valiente necesitamos una efectiva protección de glaciares, que se implementa sin excepción».
Fuente: elmundo.es