Todos estos animales son seres fluorescentes, capaces de emitir luz por sí mismos. Un fenómeno impresionante que, sin embargo, no tiene ningún misterio. En el caso de los seres marinos, muchos organismos capturan la radiación electromagnética de onda corta como los rayos ultravioletas y, en nanosegundos, emiten luz en longitudes de onda mas larga.
Algunas especies de corales, peces y medusas lo hacen. Pero lo que no era conocido es que hubiera ningún anfibio fluorescente, por lo que el descubrimiento de la rana bioluminiscente en Argentina es fascinante. Una proteína que ella misma produce la hace brillar como una bombilla.
El hombre puede hacer genéticamente que los animales brillen, como se consiguió con unos gatos manipulados. Lo curioso es que esa no es su virtud, sino el poder resistir el virus del SIDA. La fluorescencia era un efecto secundario de la investigación.
También los vegetales pueden ser fluorescentes, hay más de 70 especies de setas que lo son y brillan para atraer a los insectos que deben luego esparcir sus esporas.
Fuente: antena3.com