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Amor mortal: Los animales que devoran a su pareja tras el apareamiento

En el reino animal, el amor puede ser una sentencia de muerte. Aunque el apareamiento es, por naturaleza, un acto destinado a perpetuar la especie, en muchas especies este ritual termina con un desenlace macabro: el canibalismo sexual. Esta conducta, tan fascinante como brutal, plantea interrogantes sobre la evolución, la supervivencia y la selección natural.

¿Qué es exactamente el canibalismo sexual?

El canibalismo sexual es un comportamiento en el que uno de los miembros de la pareja —generalmente la hembra— devora al otro después (o incluso durante) el apareamiento. Aunque puede parecer una anomalía, esta estrategia ha evolucionado de forma independiente en múltiples especies, sobre todo entre los artrópodos.

Las especies más famosas del amor letal

  1. La mantis religiosa

Es el ejemplo más icónico. La hembra, mucho más grande que el macho, a menudo decapita y devora a su pareja durante el coito. Aunque no siempre ocurre, este comportamiento parece mejorar la fertilidad de la hembra al proporcionarle nutrientes esenciales para la puesta de huevos.

  1. Las viudas negras (género Latrodectus)

Famosas por su nombre siniestro, las hembras de estas arañas a veces consumen al macho tras el apareamiento. En algunas especies, el macho incluso se ofrece como comida voluntariamente. Esto podría aumentar las posibilidades de que sus genes sean transmitidos, ya que la hembra tendrá más recursos para gestar crías.

  1. Las arañas del género Argiope

Estas arañas practican una forma de suicidio sexual. El macho introduce sus pedipalpos (órganos reproductores) y luego queda incapacitado, siendo devorado poco después. Su sacrificio parece ser un modo de evitar que otros machos se apareen con la misma hembra.

  1. Escorpiones y otros arácnidos

Aunque no tan conocidos, algunos escorpiones también muestran canibalismo postcoital. La lucha ritual previa al apareamiento, llamada «danza del escorpión», puede terminar con uno de los dos comiéndose al otro.

¿Por qué devorar a la pareja?

Los biólogos han identificado varias razones evolutivas que explican este comportamiento:

¿Canibalismo voluntario?

En algunos casos, el macho no lucha contra su destino, sino que parece «colaborar» en su propio sacrificio. Esto se interpreta como una estrategia de «suicidio adaptativo»: si morir aumenta la cantidad y calidad de la descendencia, desde el punto de vista genético, es una victoria evolutiva.

¿Y los humanos?

Aunque en el plano simbólico y mitológico los humanos han fantaseado con el amor fatal, el canibalismo sexual no existe en nuestra especie. Sin embargo, su estudio nos permite comprender mejor los límites —y las maravillas— de la evolución en otras formas de vida.

Fuente: noticiasdelaciencia.com

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