¿Qué significa ser una potencia científica? La presidenta ha prometido convertir a México en una “potencia científica”. Esto incluye proyectos ambiciosos como:
- La producción de litio para la transición energética.
- La creación de un centro de inteligencia artificial y ciberseguridad.
- El desarrollo de vehículos eléctricos, aviones no tripulados y un satélite propio.
Pero, ¿qué implica realmente ser una potencia científica? La palabra “potencia” no solo alude a capacidad potencial, sino a un nivel consolidado de liderazgo en innovación, tecnología e investigación, algo que aún está lejos de ser una realidad en México.
Reflexiones de Octavio Paz sobre la inteligencia artificial
El discurso político parece estar en sintonía con los avances tecnológicos globales, pero la reflexión filosófica no puede quedar de lado. Octavio Paz, en su obra La llama doble, cuestiona los alcances y peligros de la inteligencia artificial.
Para Paz, la inteligencia artificial plantea dudas profundas:
- ¿Puede la humanidad crear algo más inteligente que sí misma?
- ¿Qué nos hace humanos en un mundo donde la tecnología avanza más rápido que nuestra capacidad para comprenderla?
El poeta nos invita a reflexionar sobre el riesgo de convertirnos en “fabricaciones” de una barbarie tecnológica donde la persona humana deja de ser el centro.
Los retos para México en ciencia y tecnología
Convertirse en una potencia científica no es solo cuestión de voluntad política. México enfrenta retos estructurales:
- Infraestructura insuficiente: La inversión en ciencia y tecnología representa solo el 0.3% del PIB, muy por debajo del promedio recomendado por la OCDE (2.4%).
- Fuga de cerebros: Miles de científicos mexicanos emigran cada año en busca de mejores oportunidades.
- Educación rezagada: La falta de vinculación entre universidades e industria dificulta el desarrollo tecnológico.
¿Cómo transformar el potencial en realidad?
Para que estas promesas sean más que palabras, México necesita:
- Inversión constante: Incrementar el presupuesto para investigación y desarrollo.
- Formación de talento: Incentivar la educación en áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).
- Colaboración internacional: Establecer alianzas con países líderes en ciencia y tecnología.
- Fomento a la innovación: Crear condiciones para que las empresas tecnológicas prosperen en el país.
Entre el discurso y la acción
Las promesas de convertir a México en una potencia científica son inspiradoras, pero requieren un cambio estructural profundo. La pregunta sigue siendo: ¿estamos listos para superar los retos históricos y aprovechar nuestras capacidades en potencia?
Fuente: msn.com