La gramática nos permite poner orden en la cabeza, nos permite entender rápidamente al otro, cualquiera que sea la forma en que se comunica ese otro, enfatizó la colegiada
La gramática es una disciplina fundamental para la comunicación entre los seres humanos, aun cuando no siempre se tome en cuenta su importancia, como se refleja en muchos escritos que encontramos en la vida cotidiana; incluso, la filóloga Concepción Company Company, integrante de El Colegio Nacional, está convencida de que sólo los seres humanos podemos cometer ciertos equívocos cuando no colocamos bien una información, lo que puede causar risa o sorpresa.
Por ejemplo, una frase que halló uno de sus estudiantes en una parroquia: “Estimadas señoras, no se olviden de la venta de beneficencia, buena ocasión para liberarse de aquellas cosas inútiles que estorban en una casa. Traigan a sus maridos”.
“Es una redacción perfecta, con punto y seguido, pero como está llena la lengua de gramática repleta de implicaturas, de inferencias, de extensiones creativas, nos causa risa porque vinculamos las cosas inútiles con lo último que nos informa el cura. Somos la única especie sobre el planeta capaz de comunicarnos no sólo linealmente con palabras, sino con cargas semánticas irónicas y creativas: la ironía y la ira requieren de gramática”, destacó la colegiada al inaugurar el curso Lengua, gramática y percepción del mundo, con la lección “Lenguaje, lengua natural y lenguas artificiales”.
En una sesión presencial en el Aula Mayor de El Colegio Nacional, la catedrática de la UNAM ofreció un recorrido sobre la importancia del lenguaje, la lengua natural y, en especial, de la trascendencia de la gramática en la vida cotidiana, no solo para escribir adecuadamente y tener una mejor calidad de vida.
“Es un derecho de todo ser humano tener calidad de vida en la propia lengua, la lengua que ese individuo decida que es su lengua materna, lo cual no tiene por qué coincidir con la lengua que aprendió en casa: puede ser la lengua con la que el individuo se siente a gusto y funciona en la vida cotidiana, la cual suele coincidir con la lengua que mamó en casa”.
En ese sentido, aseguró que la lengua no sólo tiene gramática, sino que funciona a través de la gramática y tan sólo hay que pensar en “la tragedia de los cientos de lenguas que existen en México, donde sus habitantes, sus ciudadanos, no pueden tener calidad de vida hablando su propia lengua”.
“La lengua nos da seguridad y nos da libertad, las lenguas son herramientas de cultura, están vivas porque se usan y no hay que pasar por la escuela para hablarla, ni para tener dominio de la lengua: uno habla español porque lo aprende en su casa, porque es una capacidad genética, pero es un derecho del ser humano ser educado y estandarizado en la modalidad culta de su variante dialectal”, sostuvo la doctora Company Company.
Por ello, los gobiernos están obligados no sólo a alfabetizar individuos, sino a estandarizarlos, lo que significa enseñarles calidad de vida con una lengua culta y, así, saber cómo hay que presentar e interaccionar “para poder cobrar quincenas adecuadas, para eso se requiere gramática”.
“Temer gramática controlada, estandarizada, es darnos seguridad, capacidad de tomar decisiones para salir airosos en la vida y subir en la escala social. Ese es un principio básico que está en la ONU, es un derecho vital: los gobiernos tienen obligación de educar y de estandarizar, no es lo mismo ‘dijiste’ que ‘dijistes’. No, las dos son gramaticales, pero la segunda bloquea calidades de vida”.
Otro aspecto destacado por la colegiada es que las lenguas viven en sus variantes, llamadas dialectos, de ahí la necesidad de reconocer que “las lenguas indígenas son lenguas, no dialectos, igual que el español”.
De esta manera, en la realidad nadie habla la lengua española, pero todos poseemos lengua española y hablamos alguna de sus variantes. Cada uno de los 500 millones de hispanohablantes somos propietarios por igual de la lengua española, destacó.
“Se dice que las lenguas son el ADN cultural, porque con ellas generamos una actividad transversal con la que funcionamos y gestionamos nuestro día a día. El español de México contribuye con 125 millones de hispanohablantes nativos para hacerla una lengua internacional, una lengua que es vehículo de cultura, de medios de comunicación, de tecnología y que sirve para pasar fronteras, migrar y seguir hablando la misma lengua, sin cambiar de ADN cultural”.
De manera particular, saber cómo hablamos y con qué gramática nos va a dar identidad, porque nos va a ayudar a saber quiénes somos, “las lenguas son espejo de identidad”, recalcó, nos da seguridad, “nos vamos a dar cuenta si, hablando, metemos la pata, entonces nos da seguridad y libertad para tomar decisiones y tener mejor calidad de vida”.
“Ciudadanías más igualitarias son educadas siempre en las modalidades cultas de sus respectivas lenguas: información es control de información y control de gramática”.
Cambios que vienen de la gramática
Concepción Company Company se preguntó ¿qué es una gramática? Señaló que se trata de un conjunto de reglas y de principios que determina cómo se combinan las palabras, cómo se eligen las unidades de una lengua, pero también puede entenderse como una capacidad genética: “nadie tiene que aprender gramática, pero sí tiene que ser estandarizado y aprender las reglas gramaticales, una capacidad genética para clasificar nuestro mundo, ordenar información, relaciones y jerarquizar hechos del mundo, darles forma simbólica mediante palabras, disponerlas linealmente y discernir lo que es igual y lo que es diferente”.
La gramática nos permite poner orden en la cabeza, nos permite entender rápidamente al otro, cualquiera que sea la forma en que se comunica ese otro — sea cantinflesco o sea una persona muy ordenada— y nos permite acceder a experiencias estéticas, compartió la lingüista.
“La gramática tiene el mismo efecto de las matemáticas: ordena la cabeza y permite tomar decisiones para la vida. Si no tenemos educación y no enseñamos gramática, cuando llegamos a preparatoria no se entienden textos largos, porque cada vez se hacen más complejos, se hacen más especializados, el de historia sólo habla de historia, el de geografía sólo habla de geografía y es el estudiante el que debe hacer las conexiones, para eso sirve la gramática y las matemáticas: para mostrar maduración cerebral”.
Como un ejemplo de la importancia que tiene el manejo de la gramática, la lingüista se refirió a un caso personal: cuando recibió el Premio Universidad Nacional, el texto preparado por … ‘Don Juan Pérez fue reconocido con el Premio Universidad Nacional (…) La máxima distinción que otorga la UNAM a los miembros de su comunidad que se han destacado en las tres funciones sustantivas: docencia, investigación y difusión de la cultura’. Al inicio va el sujeto, un verbo que concuerda con el nombre y el reconocimiento.
Mientras la redacción para “Juana Pérez” tenía otro sentido: “El Premio Universidad Nacional también le fue otorgado a… y está la Juana Pérez como oblicua, el ‘también’ ya es mortal”, abundó Company Company, con lo que se nota un desequilibrio gramatical y, por lo tanto, “desequilibrios en la percepción de los respectivos individuos reconocidos con los premios: hay una falta de equilibro gramatical profundo en la selección léxica y en el modo de percibir a Juan y a Juana”.
“Todos los seres vivos tienen capacidad de comunicarse, su propio sistema de signos, de emisión de señales: la lengua natural es la facultad innata de los seres humanos que les permite hablar con gramática, poner unas palabras tras otras, combinar de distintos modos esas palabras para lograr efectos comunicativos muy distintos, clasificar y jerarquizar el mundo, hacer extensiones creativas, como son las metáforas”.
Hoy día están en boga las lenguas artificiales, concebidas por la especialista como el constructo de signos creado por los seres humanos: la matemática o la lógica son una lengua artificial, los lenguajes de programación, la informática toda, la inteligencia artificial, buscadores en general son lenguas artificiales.
Fuente: El Colegio Nacional