Francisco J. Renero C. (INAOE)
El doctor Francisco Javier Renero Carrillo es investigador de la Coordinación de Óptica – Biomedicina en el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), ubicado en Tonantzintla, Puebla. Contacto: paco@inaoep.mx.
La diabetes es una de las enfermedades crónicas que prevalece en la sociedad mexicana; aproximadamente, 9.2 por ciento de la población adulta la padece (alrededor de 12 millones de personas); en esta alteración de la salud, el páncreas excreta poca o nada de la insulina que necesita el cuerpo, que en otros casos puede ser de mala calidad. La insulina es la hormona que facilita el paso de la glucosa (nutriente de las células humanas), por lo que su ausencia hace que en la diabetes haya exceso de glucosa en sangre (fenómeno conocido como hiperglicemia). Así, en este padecimiento es el páncreas el órgano responsable de la hiperglicemia; ¡bueno!, en algunos otros casos, menos comunes, las células no tienen los receptores de la insulina, por lo que en estas situaciones también se presenta dicha enfermedad.
El páncreas se puede deteriorar por factores ambientales (virus, microbioma, falta de actividad física, dieta poco saludable) y también por factores genéticos. Estas causas pueden provocar inflamación de las células que producen la insulina, que a su vez, pueden ocasionar problemas de autoinmunidad y/o estrés metabólico que, con el tiempo, hacen que estas células funcionen mal, dejen de cumplir su función y hasta puedan destruirse.
Independientemente del origen de la diabetes, la hiperglicemia daña a otros órganos y hasta sistemas del cuerpo humano. El paciente con diabetes puede tener complicaciones como visión disminuida, daño a los riñones, sensibilidad protectora deficiente, cardiopatías, enfermedad arterial periférica, eventos vasculares cerebrales, etcétera.
El factor primordial en las complicaciones de la diabetes es el tiempo; en otras palabras, es difícil establecer el periodo con la hiperglicemia; según la literatura, el promedio es de ocho a diez años. Por otro lado, los mismos factores que deterioran al páncreas pueden incrementar el riesgo de complicaciones diabéticas.
Entonces, el paciente con diabetes es sujeto de servicios de salud multidisciplinario; con el fin de reducir las complicaciones, el enfermo debe de ser valorado por especialistas en endocrinología, medicina interna, cardiología, nefrología, angiología, oftalmología. Esto conlleva dos problemas: la falta de médicos especialistas y de técnicas masivas de bajo costo que ayuden a los profesionales de la salud a identificar de manera temprana algunas de las complicaciones de la diabetes.
En el caso de los miembros inferiores del paciente con diabetes, algunas de las afectaciones son la neuropatía diabética y la enfermedad arterial periférica; la primera se caracteriza por la pérdida de la sensibilidad protectora y, la segunda, por un deficiente aporte de sangre. Varias son las técnicas que se usan para identificar estas enfermedades con diferentes costos; algunas son humano dependientes, pero la mayoría requiere de tiempo para adquirir el resultado, tarea que es difícil de realizar, considerando el número de pacientes con diabetes en México.
Para atender esta situación, se puede recurrir a la termografía, la cual es la manipulación de la luz infrarroja con lentes y espejos adecuados para este tipo de onda electromagnética. En el plano imagen de este sistema óptico, igual que en la fotografía digital, hay un dispositivo electrónico que sensa esa luz, la convierte en señal eléctrica, desplegando en la pantalla una imagen con colores falsos que dependen de la temperatura del objeto.
La figura 1 muestra una imagen térmica y otra en el espectro visible de un escenario donde se encuentra Mugre (nombre del perrito). Las imágenes fueron adquiridas con una cámara FLIR E6 [1]. La marca en la imagen térmica muestra la temperatura en ese punto. También puede observarse una barra vertical con la paleta de colores asociada a las temperaturas de 20 a 36 grados centígrados. La asociación de colores es arbitraria y variable entre termografías, pero es ajustable con software. Es decir, el color amarillo-blanco no corresponde siempre a la temperatura más alta; cuando vea una termografía, observe la paleta de colores y su escala.
Sabemos que todos los cuerpos emiten radiación infrarroja y contamos con instrumentos para medirla y cuantificarla (en diferentes escenarios). En el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) hemos desarrollado técnicas cuantitativas basadas en el comportamiento fisiológico de la piel del ser humano, para evaluar la piel plantar de pacientes con diabetes [2, 3]. Con estas técnicas podemos identificar cuantitativamente, sin dependencia del humano y, de manera masiva, la neuropatía diabética, procesos infecciones o traumáticos, así como la enfermedad arterial periférica en fase aguda.
La figura 2, muestra tres termogramas de la piel plantar: de izquierda a derecha, de una persona sin diabetes, con neuropatía de Charcot (pie izquierdo) y con enfermedad arterial periférica fase aguda (pie izquierdo).
Estas técnicas permiten a los profesionales de la salud tamizar a los pacientes con diabetes para referirlos a los servicios especializados.
Referencias
[1] FLIR marca registrada.
[2]. Francisco-J Renero-C (2018) The abrupt temperature changes in the plantar skin thermogram of the diabetic patient: looking in to prevent the insidious ulcers, Diabetic Foot & Ankle, 9:1, 1430950, DOI: 10.1080/2000625X.2018.1430950.
[3]. Francisco-J Renero-C, A. Ziga-Martínez, M. Silva-González and V. Carbajal-Robles, The semeiology of the cold foot in the peripheral artery disease through the plantar skin thermogram “en revisión”, 2020.
Fuente: Ciencia es México