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La principal lección de Julián Adem fue mostrar que la ciencia tenía un impacto en la sociedad: Alejandro Adem

El modelo termodinámico de Julián Adem es una representación matemática de la naturaleza que atiende toda su complejidad y la simplifica en una serie de parámetros y ecuaciones fundamentales, subrayó Zavala

“Julián Adem fue un adelantado a su tiempo. Él tenía una visión multidisciplinaria de los efectos en huracanes, del pronóstico del tiempo, de la temperatura del océano, del registro del Co2 y del calentamiento global, muchos años antes de que esto estuviera de moda”. Buscaba el impacto de la ciencia, aseguró Alejandro Adem, matemático e hijo del geofísico mexicano, al coordinar y participar en la mesa Centenario del natalicio de Julián Adem, realizada el 8 de enero en el Aula Mayor de El Colegio Nacional.

El colegiado Juan Villoro, presidente en turno de la institución, comentó que el pionero en la teoría del clima fue uno de los miembros más distinguidos de la institución, un ingeniero que estudió matemáticas y se decantó por las ciencias de la atmósfera, disciplina de alto interés. “En la figura de Julián Adem conmemoramos a uno de los pioneros de algunos de los temas más acuciantes de nuestro tiempo”.

La sesión formó parte del ciclo dedicado al centenario del natalicio de los miembros de El Colegio Nacional que nacieron en 1924, así lo recordó el colegiado Jaime Urrutia Fucugauchi, también coordinador de esta mesa, quien sostuvo que la institución se distingue por tener miembros de las diferentes áreas del conocimiento, las artes, la cultura y las humanidades, lo que le ha dado una gran riqueza y capacidad. “Los logros que se tienen a lo largo de varias décadas es por estos miembros que han dedicado su esfuerzo, su vida y actividades en beneficio de la educación, de propio El Colegio, de la cultura y el progreso del país”.

Agregó que Julián Adem alentó el desarrollo de la Geofísica, se dedicó a estudiar los modelos del clima y se caracterizó por crear instituciones. Fundó el Centro de Ciencias de la Atmósfera en la UNAM; sociedades científicas como la Unión Geofísica Mexicana, que agrupa a todos los investigadores, profesionales y estudiantes en las áreas de geociencias; y fundó revistas como Geofísica internacional y Atmósfera. “Tenía un rango muy amplio de intereses y la convicción de lo que representaba la educación, la ciencia y la cultura de un país”.

Julián Adem nació en Tuxpan, Veracruz, el 8 de enero de 1924. Fue el segundo de los seis hijos del matrimonio formado por Jorge Adem y Almas Chahín, emigrantes libaneses. Estudió en la Escuela Nacional de Ingenieros de la UNAM, a la que ingresó en 1943 y cursó la carrera de matemáticas en paralelo con la de ingeniería civil. Se doctoró en Matemáticas aplicadas por la Brown University, en Providence, Rhode Island, EUA e ingresó a El Colegio Nacional en octubre de 1974.

Sus principales estudios sobre el clima los publicó dos artículos, el primero de ellos, en 1956, en el que explicó, por primera vez, las causas de la trayectoria de los huracanes. En el segundo, de 1960, sentó las bases para el modelo termodinámico del clima que ha contribuido a esclarecer su evolución , desde la máxima glaciación, hace 18 mil años, hasta los modelos de la atmósfera de otros planetas del sistema solar. “Perteneció a la generación que fundó la ciencia mexicana moderna, fomentó disciplinas y generó teorías, contribuyó a poner el nombre de México en el mapa de la ciencia mundial”.

Jorge Zavala, director del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, subrayó su contribución en la creación de las revistas científicas Atmósfera y Geofísica internacional, debido a la complejidad que implica mantener vivas publicaciones de este tipo, “tuvo la visión de entender su importancia, porque están relacionadas con un nicho y con la soberanía; además, atienden estudios regionales y no están inclinadas por intereses privados”.

Explicó que el modelo termodinámico se desarrolló entre finales de los años 50 y principios de los 70, y se trató de una representación matemática de la naturaleza que atiende toda su complejidad y la simplifica en una serie de parámetros y ecuaciones fundamentales. “Este modelo estudia las condiciones actuales, las representa matemáticamente y ve cómo van a evolucionar, esta evolución se basa en observaciones previas”.

Detalló que el geofísico mexicano tuvo la visión de incluir en su modelo las condiciones oceánicas, es decir, las perturbaciones que se observan en el océano, fundamentalmente en su temperatura superficial, y cómo éstas repercuten en las condiciones atmosféricas en la escala de varios días o un mes de anticipación. “Actualmente se utilizan varios modelos que no dan importancia a estas características. Además, introdujo las variaciones del dióxido de carbono, cuando no se hablaba del impacto en el clima. Él eligió volver a México y retribuir a nuestro país con su capacidad, sus conocimientos y sus experiencias”.

Por su parte, Ligia Pérez Cruz, secretaria internacional de la American Geophysical Union, destacó que el doctor Adem tuvo una visión caleidoscópica de las ciencias y en particular de las ciencias de la Tierra. Citó su discurso de ingreso a El Colegio Nacional, titulado Descripción general del modelo termodinámico, variables, parámetros e interacciones, en el que se refirió a este tema como un carácter interdisciplinario, que buscaba establecer una base teórica y explicar unos fenómenos físicos que constituyen el clima. Fenómenos que casi no se había podido estudiar con un certero y adecuado enfoque.

“La visión que él tenía del sistema climático era de un sistema complejo y reunió en todas sus investigaciones a subsistemas como la atmósfera, la hidrósfera y la litósfera”. En palabras de Pérez Cruz, desde la década de los 70, Adem identificó la importancia de crear en México una sociedad científica enfocada al estudio de las ciencias de la Tierra y a las ciencias del espacio. Reconoció que, por la posición geográfica de México, estábamos en un área propensa a terremotos y a los fenómenos metrológicos extremos como huracanes y tormentas tropicales. “Él consideraba muy significativo el conocimiento profundo de las geociencias para la prevención de los desastres naturales”.

Finalmente, Alejandro Adem, profesor de matemáticas de la Universidad de Columbia Británica, recordó las palabras de su padre: “Lo que hago, lo quiero hacer para México. Lo que quiero es continuar construyendo la ciencia en México y, para hacer eso, tenemos que estar en un nivel de investigación que sea comparable con lo que está ocurriendo internacionalmente”.

El actual presidente del Natural Sciences and Engeneering Research Council of Canada (Consejo de Investigación de Ciencias Naturales e Ingeniería de Canadá), señaló que un aspecto importante para su padre fueron los estudiantes y los jóvenes. “Los motivó a estudiar en el extranjero para crear una estructura que pudiera traer al país gente distinguida”.

“Yo, de él aprendí el gran amor a la ciencia, a la disciplina. Ver los logros y el éxito que su labor ha rendido es motivo de un gran orgullo. Nos llevamos su principal lección, que era mostrar que la ciencia tenía un impacto en la sociedad”, finalizó.

Fuente: El Colegio Nacional

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