Del Coro Arizmendi sostuvo que la polinización es un proceso clave en la naturaleza para la sobrevivencia humana y los colibríes polinizan más de 10 mil especies de flores
La polinización del colibrí es más efectiva que la que realizan las abejas debido a que pierden menos polen durante este proceso, así lo aseguró la especialista María del Coro Arizmendi, directora de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, de la UNAM, durante su ponencia Ecología y evolución de la polinización por colibríes, primera conferencia del año del ciclo Los viernes de la evolución, coordinado Antonio Lazcano, miembro de El Colegio Nacional.
“Las abejas consumen el polen. Polinizan alrededor de 7 mil especies de plantas”, agregó la experta, que ha dedicado más de 30 años a la investigación de estas aves. Explicó que la importancia de los colibríes radica en que se alimentan de néctar, y prefieren las flores rojas y péndulas; además, son polinizadores de más de 10 mil especies de estos organismos vivos.
En la sesión, realizada el 10 de febrero en el Aula Mayor de El Colegio Nacional y transmitida en vivo por las plataformas digitales de la dependencia, el colegiado Antonio Lazcano recordó que los colibríes son organismos tan hermosos e importantes en la ecología que se pueden ver dibujados por las culturas mesoamericanas como los aztecas, quienes “los consideraban el símbolo del dios Huitzilopochtli, dios de la guerra, de manera que belleza y agresión van combinadas ala con ala”.
Del Coro Arizmendi expuso que estas aves forman parte de una familia que sólo vive en el continente americano. “Hay alrededor de 336 especies, son muy diversas. En México tenemos 59 especies, de las cuales 13 son endémicas, mientras que en el resto de Norteamérica (Estados Unidos y Canadá) existen 17 especies que también están en México. Estas últimas son migratorias, llegan a nuestro territorio en invierno y vuelan más de 5 mil kilómetros”.
Detalló que todas las especies son homogéneas y comparten tres características principales: picos largos, patas cortas y alas largas y puntiagudas. El colibrí más pequeño en el mundo es Mellisuga helenae, que pesa 2.2 gramos y vive en Cuba. Pero el más grande es Patagona gigas que habita Ecuador y pesa 24 gramos.
Entre sus características, se encuentran los picos que pueden ser largos, rectos y curvos, o cortos y puntiagudos. “El pico más largo mide 20 centímetros y pertenece a la especie Ensifera ensifera, se alimenta de toloache, esta planta que tiene flores mayores a 20 centímetros. Ver a este colibrí comer es muy impresionante, porque el pico le estorba”, comentó la especialista.
Agregó que los colibríes no tienen huesos duros como los de los seres humanos, y son extremadamente porosos. Cuentan con una lengua que usan para extraer el néctar, “esta lengua se hace tubo cuando sale del pico, se hace como un taquito y con ella extraen el néctar por capilaridad y succión”. A lo anterior se suma que estas aves vuelan en todas direcciones y son capaces de permanecer suspendidas. “Sus músculos representan el 20 por ciento de su peso y pueden volar entre los 50 y 95 kilómetros por hora”.
De acuerdo con la titular de la FES Iztacala, los colibríes pueden ser tremendamente violentos defendiendo su alimento y tienen el metabolismo más rápido que se ha reportado en los vertebrados. Su temperatura corporal alcanza los 40 grados centígrados y necesitan comer cada diez minutos, si no mueren. “Su anidación se desarrolla en forma de copa, sus nidos están cimentados con tela de araña y material vegetal, ponen siempre dos huevos blancos sin marcas y la hembra cuida y alimenta. El macho no regresa. La incubación dura 15 días y en 15 días más los polluelos comienzan a volar”.
Sus plumas son iridiscentes, lo que significa que cambian de color con la luz. “En la cultura, el colibrí es muy importante. Huitzilopochtli era el dios de la Guerra y el Sol. Su nombre quiere decir colibrí azul-zurdo o en la izquierda. Dios patrón de Tenochtitlán y una de las deidades más importantes de los mexicas”.
En palabras de la especialista, algunas leyendas mayas plantearon que los dioses no tenían quien transportará sus deseos y pensamientos, por lo que tomaron una piedra de jade, la tallaron y soplaron el aliento de vida sobre ella, fue así como nació el colibrí. Se considera que por esto mismo es un ave que siempre trae consigo buenas noticias. “Se decía que, si un colibrí volara alrededor de tu cabeza, él tomaría tu deseo y lo llevaría a los demás”.
María del Coro Arizmendi recordó que más del 80 por ciento de las plantas con flor necesitan de polinizadores y existen más de 200 mil especies de animales que polinizan, incluso el 90 por ciento de las especies de plantas necesitan un polinizador animal. “La polinización es un proceso clave en la naturaleza para el mantenimiento de la diversidad, para la sobrevivencia humana. De lo contrario perderíamos gran parte de nuestra alimentación, habría enfermedades por la falta de vitaminas que obtenemos de estos frutos y hasta factores económicos están ligados a este proceso”.
“Se ha postulado que la evolución de los colibríes comenzó en la etapa del Oligoceno y que colonizaron América, a través del estrecho de Bering”. Puntualizó que, en el Oligoceno con los eventos de frío, hubo una extinción masiva y quedaron vivos solo los que se encontraban en los Andes, después éstos se diversificaron en nueve grupos y volvieron a Norte América. “Sabemos que no todos los colibríes polinizan, no todos los colibríes son ladrones, no todos los colibríes son buenos polinizadores, hay unos mejores que otros”, finalizó la ponente.
El Colegio Nacional