Gustavo Viniegra González
Todos concordamos que se debe reducir la desigualdad económica, pero no todos estamos de acuerdo cómo lograrlo. Aquí se indican tres temas claves: la innovación, el equilibrio financiero entre las pequeñas (PYMES) y grandes empresas (GES) y los servicios públicos de buena calidad.
Se puede pensar que la pobreza se acaba si se quita dinero a los ricos para dárselo a los pobres. Pero, para repartir un pastel, se necesita tener el pastel. Por lo tanto, la pobreza se supera, si y sólo si, se aumenta el tamaño del pastel y se reparte en forma equilibrada.
En el siglo pasado algunos países asiáticos se enriquecieron y disminuyeron notablemente la pobreza. De esa manera emergieron como potencias industriales: Japón, Corea del Sur, Taiwán, Singapur, China y recientemente Vietnam.
Un ejemplo vietnamita es Vingroup, fundado por Phạm Nhật Vượng quien nació en 1968, hijo de un soldado y una vendedora de té. Estudió ingeniería de minas en Moscú e inició un pequeño negocio (Technocom) de fideos instantáneos en la ciudad de Jarkov (Ucrania), el cual creció y lo vendió por 150 millones de dólares a la Nestlé. En 2009 formó el consorcio Vingroup que prosperó en el sector de bienes raíces. En 2017 formó la empresa automotriz VinFast que compite en el rubro de autos eléctricos con Tesla (EUA) y BYD (China). Vingroup asimila y transforma tecnología para desarrollar productos de alto precio, apoyado con patentes propias (learning by doing). La fortuna de Phạm Nhật Vượng se estimó en 2024 en 4,500 millones de dólares. Vingroup en 2023 tenía 53,500 empleados.
También en el siglo pasado Brasil y México emergieron como países industrializados, pero no se enriquecieron mucho ni disminuyeron la pobreza. Tampoco equilibraron la distribución de las ganancias entre el capital y el trabajo.
Un ejemplo mexicano es el Grupo Salinas, dirigido por Ricardo Salinas Pliego quien nació en 1955 y es bisnieto del empresario Benjamín Salinas Westrup. Estudió Contaduría en el ITESM y Administración en Tulane (EUA). Sus ganancias principales provienen de la importación y venta de electrodomésticos coreanos y motocicletas chinas, estas últimas con marca Itálika. Es un caso típico de innovación comercial con piezas y tecnología importadas y muy pocas patentes propias (learning by using). La fortuna de Salinas Pliego se estimó en 14,600 millones de dólares (2021). Este grupo emplea 105 mil personas.
En los países asiáticos industrializados, la pobreza se disminuyó por el aumento acelerado del PIB y del empleo bien remunerado a través de cadenas de valor con productos de alta tecnología e ingresos equilibrados entre las PYMES y las GES. Ahí, las fortunas de las familias más ricas están en una proporción modesta del PIB.
En los países latinoamericanos industrializados, la pobreza se ha mantenido con un escaso aumento del PIB y del empleo bien remunerado, porque las GES funcionan con insumos y tecnología importadas y exportaciones con bajo valor agregado neto y aun así, las GES ganan mucho más que las PYMES. Aquí, las fortunas de las familias más ricas están en una proporción elevada del PIB.
Tanto Brasil como México tienen gobiernos que impulsan programas de subsidio directo a los pobres, pero operan con deficiencias en los servicios públicos y sus principales líneas de exportación son las materias primas o productos ensamblados. Sus empresas internacionales apoyan sus marcas con publicidad y tienen pocas patentes. Su desigualdad económica es alta, con más de la mitad de su población en la pobreza.
Los países asiáticos industrializados tienen gobiernos que impulsan programas de subsidio indirecto a los pobres a través de servicios públicos de calidad y sus principales líneas de exportación son los productos de alta tecnología. Sus empresas internacionales defienden sus marcas con patentes propias. Su desigualdad económica es baja y tienen menos de la mitad de su población en la pobreza.
Estos datos indican que la superación de la pobreza requiere un esfuerzo importante en la innovación tecnológica empresarial, soportada por acuerdos equilibrados entre las grandes y pequeñas empresas para impulsar el empleo de calidad y con buena calidad y cobertura de los servicios públicos de educación, salud y comunicación, porque el subsidio directo a los pobres alivia la pobreza, pero no resuelve este problema.
Fuente: launion.com.mx