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La ecología de la Influenza está cambiando por la actividad humana: Daniel R. Pérez

“El análisis de mutaciones revela que este virus está cambiando rápidamente, potencialmente de forma específica al hospedero, lo que favorece adaptaciones para infectar mamíferos”, señaló Mariana Leguía

“En las últimas tres décadas, la ecología de la Influenza está cambiando por la actividad humana. Hay estos sistemas de poliagricultura que son comunes en Asia, lugares donde se producen patos, peces y vegetales al mismo tiempo, lo que crea las condiciones ideales para que los virus de influenza puedan emerger con potencial zoonótico”, así lo explicó Daniel R. Pérez, experto en enfermedades virales emergentes y zoonóticas.

El investigador del College of Veterinary Medicine-University of Georgia, participó en la mesa Abriendo nuestras alas: retos y oportunidades de la vigilancia del virus de la influenza, que formó parte del ciclo El maravilloso mundo de los virus, coordinado por Susana López Charretón, miembro de El Colegio Nacional. Señaló que los virus de la influenza viven en las aves acuáticas salvajes, como los patos, los gansos, las aves playeras y las gaviotas.

“Gracias a que muchas de estas son aves migratorias, el virus de influenza puede esparcirse geográficamente en muchas partes del mundo. La replicación del virus en estas aves generalmente ocurre en el aparato gastrointestinal que se secreta por la vía fecal y se perpetua un ciclo fecal oral, a través del agua. En estas aves, el virus no produce una enfermedad clínica se pueda percibir, es decir, no les ocurre nada cuando son infectadas”.

Comentó que este virus pertenece a la familia Orthomyxoviridae que tiene en común una membrana lipídica derivada de la célula del huésped. En el caso de los virus de influenza A, hay ocho segmentos de ARN de cadena negativa, “debido a que el virus es segmentado en la naturaleza, uno puede imaginarse que, si dos o más virus infectan la misma célula al mismo tiempo, puede haber un intercambio de segmentos, lo que usa el patógeno para incrementar su diversidad en la naturaleza.

De acuerdo con el experto, los tipos de influenza fueron descubiertos inicialmente en Guatemala, después en Perú y posteriormente en Egipto. “La capacidad de los virus de saltar a otra especie es porque tiene una polimerasa que no corrige errores y es tolerante a la acumulación de mutaciones. En el caso de los humanos, estos virus pueden causar una pandemia, debido a la proximidad que hay entre humanos y la producción avícola, porcina y de otros animales”.

“Los mercados de animales vivos traen especies de muchas localidades que traen sus propios virus y con ello la posibilidad de intercambiar segmentos incluso con las aves acuáticas salvajes, lo que ha llevado a la aparición de virus de alta patogenicidad en el mundo”.

El virus H5N1, altamente patogénico, por ejemplo, comenzó en 1996, cuando se detectó en gansos. A través del tiempo fue evolucionando y moviéndose geográficamente, lo que derivó en nuevos linajes, y eventualmente llegó a Norteamérica, a través del Atlántico. “Lo que más nos preocupa es que estos virus han logrado infectar a un gran rango de huéspedes y los vemos en animales con ecosistemas muy frágiles como la Antártida”.

Por su parte, Mariana Leguía, del Laboratorio de Genómica Pontificia Universidad Católica del Perú, se refirió al virus de la influenza aviar altamente patogénica (HPAI) H5N1que azotó a Perú en 2022. Después de realizar un muestreó en animales infectados por este patógeno, la investigadora subrayó que fue en los cerebros de las especies donde encontraron la mayor carga viral. “Fue aterrador saber que los síntomas de todos los animales eran de encefalitis, es decir, que estaban desorientados, con el cuello mirando hacia arriba y los ojos mirando al cielo”.

La bióloga molecular detalló que el virus H5N1 peruano deriva de las mutaciones que se dieron entre Asia y Norteamérica. “El análisis de mutaciones revela que este virus está cambiando rápidamente, potencialmente de forma específica al hospedero, lo que favorece adaptaciones para infectar mamíferos. La mutación preocupante identificada como PB2 D701N está presente en muestras de leones marinos de Perú, y ahora hay un caso en humano en Chile. Además, dos mutaciones nuevas adicionales, la PB2 Q591K y PA M861, preocupan ya que se agrupan en mamíferos”.

En su participación, Rafael A. Medina, de la Emory University School of Medicine, recordó que también los humanos son capaces de pasar virus a los animales, lo que se conoce como zoonosis inversa. Particularmente los virus de la influenza se adaptan a especies como los cerdos, con las que los humanos tienen estrecha relación. “Los virus de influenza, al ser segmentado, puede intercambiar genes y dar lugar a nuevas variantes que producen más capacidad de poder infectar a las personas”.

Señaló que el virus de la influenza H1N1 de 2009, que probablemente se originó en México, no tuvo una patogenia, no produjo una enfermedad grave, pero si fue muy infeccioso, tan sólo en un año, todos los países del mundo reportaron personas positivas a este patógeno. “Se piensa que este virus vino de los cerdos de producción, pero a su vez, el patógeno fue introducido a estas especies por los humanos. Se cree que hubo exportación de animales infectados vía aérea lo que fue el último peldaño que adquirió el virus para establecerse en esta población”.

Fuente: El Colegio Nacional

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