Jesús Antonio del Río Portilla
El pasado mes de mayo la Agencia Internacional de Energía (IRENA) dio a conocer su reporte sobre innovación para transformar el sistema energético global. Debo comentar que IRENA es el organismo internacional que promueve con mayor ahínco el uso de las fuentes renovables de energía y, desde mi punto de vista, tiene excelentes reportes que son materia para tomar decisiones de política pública o de selección de nichos de oportunidad para inversionistas y organizaciones civiles en busca de soluciones sustentables.
Entre los hallazgos de este estudio de IRENA, podemos encontrar que la evidencia indiscutible del inicio de un cambio en el sistema energético global, conducido por las necesidades de conseguir que la energía sea accesible, segura y contienda con el cambio climático. Este cambio es posible debido a que actualmente las fuentes renovables son competitivas en el costo y a que están emergiendo tecnologías innovadoras tanto en política como en el mercado.
Señala, el reporte, que las innovación tecnológica ha sido y será un aspecto importante para facilitar el proceso de cambio; sin embargo estas innovaciones requieren ser conducidas con mayor esfuerzo hacia los retos que representa la integración de la generación con renovables al sistema eléctrico; además de integrar adecuadamente este tipo de generación con los usos finales en el transporte, industria y edificaciones.
Desde mi punto de vista, uno de los aspectos más importantes para nuestras comunidades y en general para nuestro país, es el hecho de que los aspectos a innovar requieren ir más allá de las cuestiones tecnológicas o de demostración. Hoy requerimos que la innovación basada en conocimiento transforme las formas tradicionales de hacer negocios, políticas públicas, procesos de adopción y, por supuesto, de los mercados mismos de la energía.
El reporte enfatiza que los gobiernos deben fomentar la innovación en todas las etapas para conseguir que las renovables lleguen a los usuarios finales. Los programas de fomento deben ser cuidadosamente priorizados y no deben dejarse exclusivamente a las leyes del mercado. En particular, que la innovación debe contener sus tres diferentes formas la de empujar (push), la de madurar (nuture) y la de facilitar (facilite).
Claramente el reporte señala que la inversión del sector público en energías renovables, necesita ser fomentada, sostenida e incrementada. La inversión del sector privado requiere de un pensamiento nuevo y de acción coordinada con el sector público y social.
Los aspectos cruciales para la integración de las fuentes renovables, requieren de innovación en la operación de los sistemas energéticos y la electrificación del sector de usuarios finales. Los sectores industriales y de transporte requieren especial atención. Ya que el primero, en el ámbito internacional es el causante del 17% de las emisiones de CO2; mientras que el segundo es responsable del 11% de las emisiones actuales. En particular, respecto al sector de transporte señala que se requiere poner atención en el transporte de carga y en el aéreo.
De este reporte de carácter mundial, dedicado especialmente a los hacedores de políticas, podemos retomar acciones en nuestras localidades. En el ámbito nacional debemos cuidar los recursos fósiles y evitar venderlos o quemarlos. Los hidrocarburos son y deberán ser utilizados en la fabricación de materiales de uso diferente a los naturales, en lugar de ser quemados para obtener energía. Las tecnologías que hoy existen, posibilitan que la energía que usemos provenga de fuentes renovables, reservando los hidrocarburos para otros fines diferentes a los energéticos. En el ámbito estatal, en Morelos tenemos el recurso solar disponible en más del 90% de territorio. Con un promedio superior a 5 kWh diarios de energía solar, las posibilidades de generación distribuida en Morelos son verdaderamente alentadoras. Es decir, los gobiernos estatales y municipales deben fomentar el uso de la energía solar en cada edificación, sea residencial, industrial o de servicios. Hoy es posible generar la energía eléctrica en cada edificación o usar los captadores solares para calentar agua o fluidos en usos térmicos a precios competitivos y evitando la emisión de gases de efecto invernadero.
En estos días de definiciones específicas de las políticas públicas por las autoridades electas en todos los niveles, los tomadores de decisiones deberían asesorarse para, con base en conocimiento, establecer estas políticas y sus respectivos indicadores. Desde mi perspectiva, la definición de los indicadores posibilitará una verdadera evaluación, en el futuro cercano del desempeño de estos gobernantes por parte de la ciudadanía y son parte fundamental del establecimiento de las políticas.
Reiteramos, nuestro compromiso por trabajar en la dirección de construir un futuro sustentable, donde propiciemos un balance entre los aspectos sociales, económicos, ambientales y organizaciones que conlleven al bienestar social.
Fuente: Y sin embargo se mueve…