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Hemos perdido la mitad de los corales del mundo en los últimos 50 años: Julia Cole

En palabras de la especialista en cambio climático, El Niño juega un papel importante en el clima, tanto en el estado de la temperatura global como en la variabilidad del calor que se ha experimentado en los océanos

Como parte del ciclo Universidades por la Ciencia, coordinado por Jaime Urrutia Fucugauchi, miembro de El Colegio Nacional, Julia Cole, investigadora de la Universidad de Michigan, expuso el impacto que genera el fenómeno de El Niño sobre los arrecifes de coral en el Océano Pacífico. En la conferencia titulada How is El Niño Changing? A millennium-long view fron equatorial Pacific corals (¿Cómo está cambiando El Niño? Una visión milenaria de los corales del Pacífico ecuatorial) afirmó que se trata de un tema importante para el mundo y para la vida de los seres humanos.

La especialista en cambio climático apuntó que el fenómeno de El Niño, que se refiere al calentamiento de los océanos, ha cambiado durante el último milenio. Señaló que esta información se obtuvo a través de las historias del clima que registran los corales, que crecen en los océanos tropicales, sobre todo, en el Pacífico ecuatorial oriental, en la Islas Galápagos. “Entre 1982 y 1983 se generó una anomalía de temperatura cálida muy grande asociada con el evento de El Niño de esa época, lo que mató al 96% de los corales en Galápagos. Y debido a los organismos del agua que gustan de comer corales muertos, simplemente éstos desaparecieron”.

“Los corales crecen en todas las islas tropicales y pueden vivir durante siglos, a medida que crecen conservan un registro de las condiciones bajo las cuales crecen, lo dejan en la química de su esqueleto. Con el paso del tiempo incorporan diferentes tipos de química que informa sobre los cambios de temperatura pasados. Sus núcleos, que comienzan en la superficie viva, permiten reconstruir mes a mes cómo ha cambiado el clima en el remoto océano tropical, donde no existen los registros y donde no se cuenta con instrumentos como termómetros”.

En palabras de la especialista, en el Pacífico Oriental, los corales de Galápagos muestran una señal climática clara que da una pista sobre las tendencias actuales y los cambios futuros por El Niño. “Este fenómeno juega un papel importante en el clima, tanto en el estado mínimo de la temperatura global como en la variabilidad en los últimos años. En las últimas décadas, se han observado temperaturas récord y El Niño, que inició a principios de 2023, jugó un papel importante en impulsar el calor que se ha experimentado en los océanos. El calentamiento global tiene altibajos, y El Niño es una pieza clave en éste”.

¿Qué es el sistema El Niño? ¿Por qué es importante? Es una gran incertidumbre en el futuro, sostuvo Julia Cole. Para comprender su funcionamiento es importante conocer el termoclina, que se refiere a la capa de agua cálida que resguarda debajo el agua. “Entonces, cuando el termoclima llega a la superficie, significa que el agua fría está llegando a la superficie. Durante estas condiciones neutras, tenemos fuertes vientos de comercio que soplan por el océano de oeste a oeste. Esos vientos empujan el agua fría a través de las latitudes ecuatoriales cálidas”.

“El Niño se refiere a los cambios de temperatura de la superficie del mar asociados con esto. Y lo que se puede ver es que algunos de estos eventos tienen calentamientos de temperatura de superficie del mar que se extiende a través del Pacífico, mientras que otros tienen calentamientos que se encuentran sólo en un área más pequeña, tal vez en el Pacífico Central, y así hay diferentes estilos de El Niño”.

“Nuestros datos sugieren que El Niño está cambiando en fuerza, está cambiando significativamente desde la era preindustrial y ya está sucediendo otro punto interesante, a través del último milenio, estos valores son bastante consistentes en el Pacífico Oeste. Creemos que está sucediendo más rápido de lo esperado”, enfatizó la investigadora.

Agregó que los riesgos climáticos relacionados con este fenómeno también significan riesgos en los ecosistemas naturales. “Como alguien que trabaja en las islas de corales, estoy consciente de los desafíos que estas comunidades enfrentan en un mundo caliente. Hemos perdido la mitad de los corales del mundo en los últimos 50 años”.

“La mayor variabilidad de El Niño generará más estrés en los ecosistemas de corales y les dará menos tiempo para recuperarse entre cada evento. A los corales realmente no les gusta el cambio, quieren que las cosas estén estables, lo que hace que Galápagos sea un lugar muy desafiante para ser un coral, porque hay mucha variación”, concluyó la especialista.

Fuente: El Colegio Nacional

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