A nivel mundial, el papel que juega la pesca en el suministro de alimentos y la generación de empleo es cada vez mayor, en 2020 la producción pesquera y acuícola llegó a 214 millones de toneladas, con un valor de 424 000 millones de USD; además genera cerca de 58,5 millones de empleos directos en el sector primario (pescadores), por lo que resulta esencial para garantizar la seguridad alimentaria pudiendo acceder a través de esta actividad a alimentos con alto valor nutricional (SOFIA 2022).
Desde un enfoque integral, la pesca como elemento inserto en un sistema socioambiental, interactúa con todos los otros elementos del sistema, pudiendo influir al igual que el ambiente, en los tamaños de las poblaciones de las especies presentes (incluyendo las de interés comercial) y generando cambios en la trama trófica, por lo que la ordenación pesquera basada en el ecosistema, es fundamental para evitar el riesgo en la estructura y función de los ecosistemas; por ello, la ordenación pesquera debe incorporar en sus propuestas para la toma de decisiones, tácticas y estrategias, mecanismos que minimicen los efectos negativos indirectos o no, de la pesca en un amplio conjunto de factores ecológicos, económicos y sociales.
Desde esta perspectiva entonces, la pesca enfrenta problemas complejos de gran envergadura: el deterioro de los ecosistemas y la pérdida de la biodiversidad, aunado a los cambios en la distribución de las especies objetivo de la pesca generados por el cambio climático, todos ellos factores que amenazan empleos, economías, el medio ambiente y la seguridad alimentaria. En este contexto, se han planteado estrategias para transformar los sistemas pesqueros que garantice la seguridad alimentaria, mejore la nutrición asegurando dietas saludables y asequibles para una población cada vez mayor, protegiendo al mismo tiempo los medios de vida de las personas que trabajan en este sector y la conservación de nuestros recursos naturales (SOFIA 2022).
En 2022 se pusieron en marcha varias iniciativas internacionales orientadas a la transformación azul (parte del Marco estratégico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FAO para 2022-2031). El concepto de transformación azul proviene del 34.º período de sesiones del Comité de Pesca de la FAO (2021) y en particular de la Declaración en favor de la pesca y la acuicultura sostenibles, aprobada por los Miembros de la FAO. En ella se enfatiza el respaldo a “una visión dinámica y positiva de la pesca y la acuicultura en el siglo XXI, en la que el sector goza del reconocimiento por su contribución a la lucha contra la pobreza, el hambre y la malnutrición” (SOFIA 2022). La transformación azul resalta entre otras cosas, la restauración de los hábitats acuáticos y el cuidado a la biodiversidad.
En este contexto, México tiene el compromiso del cuidado de la biodiversidad, además de incentivar la actividad pesquera e incorporar políticas orientadas a dignificar la labor del pescador y elevar su nivel de vida. Lo anterior plantea un fuerte reto para las autoridades responsables de legislar y administrar los recursos, en un entorno donde la pesca en pequeña escala y las actividades relacionadas con ella, proporcionan un medio de vida para miles de personas con bajos o muy bajos ingresos, donde un alto porcentaje de la población presenta vulnerabilidad socioeconómica.
Enfoque socioecosistémico
El estudio de la naturaleza en interacción con la raza humana y los impactos generados en el medio ambiente, son un tema recientemente abordado bajo un enfoque socioecosistémico, dicho enfoque busca responder desde una perspectiva dinámica, a los problemas ambientales que afectan a los ecosistemas mediante la integración de los subsistemas bióticos y sociales. La línea estratégica 1 Efectos de la pesca en sistemas socioambientales del Programa de Ecología Pesquera (PEP) del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste S.C., busca contribuir a la atención a los problemas de la pesca en México, coadyuvando a lograr los objetivos de la transformación azul.
Los problemas que presenta la pesca en el Noroeste Mexicano son abordados por investigadores e investigadoras de dicho programa, e incluyen evaluar la resiliencia del sistema socioambiental del Golfo de Ulloa, área geográfica que sobresale por su alta productividad biológica, y en donde la actividad pesquera es la más importante para la economía de aproximadamente 1200 familias, dando identidad y valor social a la zona. A través de tres elementos: agentes, entorno y reglas de comportamiento, se integró un Modelo Basado en Agentes (MBA), siendo este una herramienta vital para modelar sistemas complejos y dinámicos. Las simulaciones basadas en agentes permiten estudiar interacciones complejas y heterogéneas entre agentes y su entorno. Cada agente puede ser asignado con reglas, comportamientos, y estrategias específicas, permitiendo el estudio de fenómenos a partir de sus interacciones. Las aplicaciones de las MBA son amplias, incluyendo estudios en economía, biología, sociología y más. Los resultados preliminares apuntan a que, ante la variabilidad natural, el sistema presenta valores de alta resiliencia; mientras que, ante presiones externas particularmente de políticas públicas de carácter restrictivo, el sistema presenta umbrales de resiliencia menores y diferenciados entre subzonas. Contar con información actual y con un MBA específico para el Golfo de Ulloa, abre la posibilidad de continuar generando resultados que permitan el planteamiento de soluciones, que a su vez, coadyuven a un mejor manejo de los recursos naturales en el marco de las tres esferas de la sostenibilidad: social, ambiental y económica. Este proyecto se encuentra a cargo de la Dra. María Verónica Morales Zárate.
Igualmente, se está trabajando en la problemática de la pesca de arrastre de camarón del Golfo de California GC, con un abordaje multinstitucional y multidisciplinario, en el que se ha colaborado con el Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura de Sonora y Baja California Sur y con la Subsecretaría de Pesca y Acuacultura del Estado de Sonora. El proyecto se desarrolló con el objetivo de generar información fidedigna y confiable sobre los efectos de la pesca de arrastre en el ecosistema marino del GC, contando con la colaboración de productores camaroneros de Sonora y han participado investigadores y técnicos del PEP, apoyados en diversos laboratorios del CIBNOR.
Fruto de la investigación, hoy se sabe que, si bien la pesca de arrastre genera perturbaciones en el ecosistema costero, debido a su alto subsidio energético, el mismo es capaz de recuperarse en breve tiempo. Así mismo, ha permitido generar información que ha servido para mostrar el trabajo de investigación hecho por México a organizaciones internacionales ante la presión sobre la pesca de arrastre. A lo largo del proyecto y con apoyo de estudiantes de posgrado del CIBNOR, se han evaluado muchas especies de peces, crustáceos, moluscos y equinodermos componentes de la Fauna de Acompañamiento, contribuyendo al conocimiento de nuestra biodiversidad, además, esta información contribuye a ubicar especies con potencial pesquero y que pueden ser aprovechadas por los pescadores, ayudando a diversificar la pesca y disminuir las presiones sobre el recurso camarón, presentando así alternativas a las autoridades federales y estatales para incrementar el ingreso de los pescadores camaroneros, y que contribuyan a la seguridad alimentaria del país.
Citas
SOFIA El estado mundial de la pesca y la acuicultura 2022. https://www.fao.org/publications/home/fao-flagship-publications/the-state-of-world-fisheries-and-aquaculture/es
Para conocer al personal del Programa Académico de Ecología Pesquera de CIBNOR (Unidad La Paz y Unidad Guaymas) ingresar a https://www.cibnor.gob.mx/investigacion/ecologia-pesquera/personal-investigacion-adscrito-pep
Sugerimos la lectura: https://www.elsoldemexico.com.mx/analisis/un-futuro-sostenible-en-las-aguas-mexicanas-innovacion-y-desarrollo-en-la-ecologia-pesquera-11344780.html
Fuente: elsoldemexico.com.mx