Ricardo Pérez
Investigadores de Suecia y Canadá realizaron un estudio para determinar las acciones que los ciudadanos comunes como usted y yo podemos emprender sistemáticamente para reducir nuestra huella ecológica, es decir reducir nuestras emisiones de carbono debido a nuestras actividades, y así contrarrestar el cambio climático: disminuir el número de hijos (ahorro de 58.6 tons de CO2 por año), adoptar un estilo de vida sin auto (ahorro de 2.4 tons de CO2 por año), evitar el uso de aviones (ahorro de 1.6 tons de CO2 por año) y tener una dieta a base de vegetales (ahorro de 0.8 tons de CO2 por año).
Estas acciones tienen más potencial para lograr reducir emisiones de CO2 que otras más comunes como el reciclaje de materiales reutilizables, ya que éste es cuatro veces menos efectivo que tener una dieta a base de vegetales u ocho veces menos efectivo que cambiar los focos del hogar por unos ahorradores de energía.
Los investigadores también mencionan que estos resultados deberían aplicarse a la educación ambiental de las nuevas generaciones para que la humanidad reduzca las emisiones de carbono, y podamos hacer frente al cambio climático. Para llegar a estos resultados los investigadores consultaron varias fuentes bibliográficas para analizar las acciones más efectivas para reducir la huella ecológica de una persona, las cuales pusieron a disposición en la siguiente liga: http://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/aa7541/data
A partir de la información que encontraron, realizaron cálculos para estimar cuánta cantidad de CO2 implica la realización de alguna actividad como viajar en coche, viajar en avión o comer carne. En este último caso la producción de CO2 resulta de todo el proceso de producción de carne.
Los autores de este estudio encontraron con sus estimaciones que los libros de texto de Canadá y los documentos gubernamentales de varios países desarrollados no priorizan las acciones más efectivas para reducir la huella ecológica de las personas, con lo cual se desarticulan las acciones individuales del objetivo común, reducir el cambio climático. Lo anterior se hace evidente con ciertos ejemplos para los países desarrollados que dan los investigadores, como tener menos hijos. Si una familia decidiera tener un infante menos, la reducción de emisiones sería igual a que 684 muchachos de preparatoria decidieran adoptar hábitos de reciclaje durante toda su vida.
Además de las cuatro acciones principales para reducir la huella ecológica que se mencionaron al principio, también mencionan las siguientes acciones para combatir el cambio climático: utilizar fuentes de energía renovable (ahorro de 1.5 tons de CO2 por año), tener un auto con consumo eficiente de combustible (ahorro de 1.19 tons de CO2 por año), lavar la ropa con agua fría (ahorro de 0.247 tons de CO2 por año), reciclar (ahorro de 0.2125 tons de CO2 por año), lavar a mano la ropa (ahorro de 0.21 tons de CO2 por año), sin olvidar cuidar el agua, y cambiar los focos del hogar por unos que ahorren más energía (ahorro de 0.1 tons de CO2 por año).
En este estudio se analiza la huella ecológica que tendrían las personas en países desarrollados; pero aún así en México podemos emprender estas acciones en nuestra vida cotidiana y sobre todo incluirlas en los libros educativos, ya que el cambio climático nos afecta a todos.
Fuente: Cienciorama