Han tenido que pasar casi 20 años, pero el multimillonario británico Richard Branson logró que su avión cohete Unity, de su empresa de turismo espacial Virgin Galactic, realizara su primer viaje comercial al espacio.
La nave se elevó sobre el desierto de Nuevo México este jueves para permitirles a tres italianos realizar experimentos científicos en condiciones de ingravidez.
Fue la primera misión comercial al espacio de Virgin Galactic, que ya había realizado un vuelo de prueba.
Ahora debe enviar al espacio a las 800 personas que ya compraron boletos para viajar en el Unity.
La misión de 72 minutos despegó de Spaceport America a las 08:30 hora local y se transmitió en vivo en todo el mundo.
Menos de una hora de empezada la misión y tras alcanzar una altitud de 13.600 metros, el avión portador, Eve, soltó Unity para que encendiera su motor y se elevara hasta el borde del espacio. En la cima de su ascenso, el avión cohete se encontraba a 85 km de altitud.
El largo camino del turismo espacial
En 2001, el multimillonario estadounidense Dennis Tito se convirtió en el primer turista espacial de la historia, llegando a pagar 20 millones de dólares.
Mientras, Blue Origin, la empresa espacial de Jeff Bezos, se impuso a Virgin Galactic en la carrera por llevar pasajeros pagos al espacio al lanzar su primer vuelo en 2021.
El fundador de Amazon tiene un sistema de cohete y cápsula al que llama New Shepard. Se trata de un enfoque diferente al de Unity, pero en esencia cumple la misma función de llevar a la gente en cortos periodos de tiempo por encima de la atmósfera.
Algunos de los poseedores de un billete de Virgin Galactic llevan esperando más de una década para tener la oportunidad de visitar el límite del espacio; y la mayoría aún tendrá que esperar mucho.
Unity sólo puede transportar unos pocos pasajeros a la vez, a un ritmo de una salida al mes.
La frecuencia no mejorará hasta que Virgin Galactic introduzca una nueva clase de aviones cohete cuyo debut comercial está previsto para 2026. Estos vehículos saldrán una vez por semana.
Tras la misión del jueves, Michael Colglazier, Consejero Delegado de la empresa de Richard Branson, declaró: «Este vuelo histórico ha sido nuestro primer vuelo comercial y nuestra primera misión dedicada a la investigación comercial, marcando el comienzo de una nueva era de acceso frecuente y fiable al espacio para pasajeros e investigadores privados.»
El inicio de los vuelos será vital también para que Virgin Galactic obtenga mejores ganancias.
La misión del jueves fue adquirida para la Fuerza Aérea italiana y el Consejo Nacional de Investigación italiano.
El coronel Walter Villadei, el teniente coronel Angelo Landolfi y el ingeniero Pantaleone Carlucci supervisaron una serie de experimentos durante su vuelo, entre ellos un estudio sobre cómo afecta la ingravidez a la mezcla de líquidos y al comportamiento de las células biológicas.
El trío estuvo acompañado en la cabina de pasajeros por Colin Bennett, astronauta instructor de la compañía, y en la parte delantera, a los mandos del Unity, por los pilotos Mike Masucci y Nicola Pecile.
Virgin Galactic ha recorrido un largo camino hasta llegar al servicio comercial.
La empresa se fundó en 2004 para explotar la tecnología incorporada en SpaceShipOne. Se trataba de un pequeño avión cohete experimental, financiado con fondos privados, que ganó un premio de US$10 millones por volar al espacio dos veces en dos semanas.
Por aquel entonces, Branson pensaba que podría introducir un transbordador espacial de pasajeros basado en el concepto SpaceShipOne en 2007.
Pero los retos de ingeniería eran mucho mayores de lo que nadie había previsto, y el proyecto estuvo a punto de fracasar cuando el primer prototipo de vehículo, llamado Enterprise, se rompió durante un ascenso de prueba en 2014, matando a uno de los dos pilotos a bordo.
No fue hasta diciembre de 2018 cuando Virgin Galactic consiguió que su sucesor, Unity, superará los 80 km, la altitud considerada «espacio exterior» por algunas organizaciones.
El propio Branson ocupó finalmente un asiento a bordo de la nave en julio de 2021 para una experiencia de vuelo que describió como «extraordinaria».
La misión del jueves fue designada «Galactic 01» por la empresa californiana. Galactic 02, que transportará al primero de esos pacientes pasajeros con billete, está prevista para agosto.
El precio anunciado de un viaje en el avión cohete asciende a U$S450.000.
Unity es un vehículo suborbital. Esto significa que no puede alcanzar la velocidad y altitud necesarias para mantenerse en el espacio y dar la vuelta al mundo.
La nave está diseñada para ofrecer a sus pasajeros unas vistas impresionantes en la cima de su ascenso y permitirles experimentar la ingravidez durante unos minutos.
Un avión mucho más grande transporta primero a Unity hasta una altitud de unos 15 km, donde se suelta. Un motor situado en la parte trasera del Unity se enciende para lanzar la nave hacia el espacio.
La altura máxima que puede alcanzar Unity es de unos 90 km. Los pasajeros pueden desabrocharse el cinturón para flotar hasta una ventana. Al descender, el Unity pliega los brazos de la cola para estabilizar la caída y luego vuelve planeando.
Fuente: BBC