Un equipo internacional de investigadores, entre ellos el argentino Luciano Marraffini, de la Universidad Rockefeller en Nueva York, fueron galardonados con el Premio Albany, considerado el más prestigioso de medicina en Estados Unidos.
El reconocimiento llega luego de participar en el desarrollo del método CRISPR-Cas9, una técnica de ingeniería genética que aprovecha un proceso natural del sistema inmune bacteriano y permite imaginar la posibilidad nuevos tratamientos de enfermedades hereditarias.
Además de Marraffini, forman parte de este equipo el español Francisco Martínez Mojica -profesor de la Universidad de Alicante- la francesa Emmanuelle Charpentier, la estadounidense Jennifer Doudna y el chino Feng Zhang.
Además de ser ponderado como el sistema, más rápido, barato y simple, CRISPR-Cas9 desató un auge en las investigaciones en los últimos cinco años.
“El Premio Albany reconoce que un desarrollo tan significativo en la ciencia es llevado a cabo por una comunidad de científicos y, por lo tanto, sentimos que era apropiado nombrar un mayor número de merecedores que en el pasado”, dijo Vincent Verdile, decano de la Escuela de Medicina Albany, a la agencia AP.
El Albany Medical Center Prize in Medicine and Biomedical Research for 2017 se entregará en próximo 27 de septiembre en una ceremonia que se celebrará en Albany, Nueva York.
Maffarini, el genio rosarino
Casi una década atrás, la revista Science destacó un trabajo de Marraffini como el primero en mencionar que Crispr, un mecanismo de defensa que tienen las bacterias, podría tener una gran utilidad para editar el ADN.
“Realicé dos contribuciones fundamentales. Junto a Erik Sontheimer, en 2008, descubrimos que el sistema Crispr degrada el ADN y no el ARN como suponían las predicciones. Esto es importante porque si Crispr degradara ARN no serviría para introducir mutaciones en células humanas”, dijo el científico en una entrevista con La Voz en febrero último.
“La segunda contribución fue junto a Feng Zhang, con el cual fuimos uno de los dos primeros grupos que demostraron que Crispr/Cas9 puede ser aplicada en células humanas para introducir mutaciones”, agregó.
La técnica serviría para editar el ADN de los espermatozoides y óvulos, con el objetivo de evitar que los hijos hereden genes “indeseados”, aunque también abrirían la puerta a la creación de personas “a pedido”, con características pre establecidas, lo que supone un paso previo muy importante.
“Las dificultades técnicas son la barrera más importante, sobre todo, cómo introducir y dirigir Crispr/Cas9 a órganos específicos en seres humanos y otros organismos. Pero es bueno discutir los problemas éticos de antemano para el día en que la tecnología esté lista”, anticipaba el rosarino.
Marraffini egresó como biotecnólogo de la Universidad de Rosario y emigró a EE.UU. donde pasó por diferentes instituciones hasta alcanzar su propio laboratorio en la universidad Rockefeller.
Fuente:diarioregistrado.com