Arabia Saudí quiere construir una ciudad-estado de ciencia ficción. Su nombre es Neom, y pretenden conseguir 500.000 millones de dólares en inversiones para poder llevarlo a cabo y construirla en medio del desierto. Todo para crear «una startup del tamaño de una ciudad» que guíe hacia un futuro post-petróleo apostando por las nuevas tecnologías.
La idea es cuanto menos curiosa, sobre todo teniendo en cuenta que quien la quiere llevar a cabo es un país célebre por sus violaciones de derechos humanos y haber creado su riqueza en base al petróleo. Pero los tiempos cambian y la monarquía saudí parece querer vender una imagen de modernidad, que es precisamente donde entra en juego su utópica ciudad.
El proyecto ha sido presentado por el príncipe saudí Mohhamed bin Salman, y el nombre Neom viene del término «Neo-Mostaqbal», que significa «nuevo futuro». Según dijo, la ciudad estará en la intersección de tres países, y en ella no habrá lugar «para el pensamiento antiguo». De hecho, en su discurso hubo varias referencias a los ultraconservadores wahhabís asegurando que su proyecto nace de la idea de volver a un Islam moderado «abierto a todas las religiones y al mundo».
Una utopía tecnológica en busca de financiación
Neom es un proyecto en el que se quiere construir una gigantesca ciudad entre las fronteras de Arabia Saudí, Jordania y Egipto, con un área total de alrededor de 26.500 kilómetros cuadrados en la zona este del Golfo de Aqaba. Actualmente toda esa zona es un desierto montañoso, pero en el vídeo promocional lo venden como un lienzo en blanco sobre el que construir el futuro.
La idea es que esta ciudad opere de forma independiente. Se mantendrá bajo la soberanía del Reino Saudí, pero tendría sus propias leyes y legislaciones para atraer a inversores, los cuales están invitados también a participar a la hora de redactarlas. Vamos, que quien tiene el dinero puede hacer las leyes.
La mayor prioridad de este proyecto es basar su modelo energético en energías limpias, con grandes plantas solares y eólicas. También se quiere que Neom esté diseñada pensando en facilitar el tráfico aéreo de drones en el cielo y automóviles autónomos en tierra, siendo los robots quienes se encarguen de los trabajos pesados.
«Construiremos la ciudad desde cero, será propicia para los drones y un centro para el desarrollo de la robótica», ha dicho el príncipe heredero Mohammed bin Salman durante su presentación. «Queremos crear algo diferente. Neom es un lugar para los soñadores que quieren crear algo nuevo en el mundo, algo extraordinario».
Otro de sus aspectos clave tiene que ver con la alimentación, para la cual se adoptarían conceptos como el de las granjas verticales para tratar de ser lo más eficientes posible con el uso del agua. También buscarán la creación de cultivos en zonas áridas y con agua salada, así como de invernaderos de energía solar.
En cuanto a las industrias clave, el marco regulatorio será diseñado para atraer negocios en campos como la biotecnología, la fabricación avanzada y aditiva, la robótica, las energías renovables y soluciones de transporte futuristas. En este último aspecto, los automóviles voladores serán una de las prioridades.
Y por último, también prometen que los ciudadanos de esta ciudad también tendrán ciertas comodidades como Internet de banda ancha para todos, cientos de locales recreativos o servicios gubernamentales totalmente automatizados. La campaña promocional de Neom también sugiere una mayor libertad para las mujeres en comparación a Arabia Saudí, así como una cultura más abierta.
Muy bonito sobre el papel, pero…
Todo este proyecto queda muy bien sobre el papel y en los vídeos promocionales, pero no deja de ser una idea en busca de 500.000 millones de dólares para poder hacerse realidad. Las expectativas son que la primera fase de la ciudad se termine en 2025, y que para el 2030 Neom esté contribuyendo ya con 100 millones de dólares al año a la economía Saudí.
Pero este no es el único proyecto para intentar crear una especie de Dubai 2.0, ya que otros países como Egipto también han presentado ideas para construir ciudades similares. Habrá que ver por lo tanto quién acaba llevándose el interés y el dinero de los inversores, y si todas estas ideas acaban convirtiéndose algún día en una realidad.
Fuente: xataka.com